Asistimos , estos últimos dias, a los primeros detalles, en dos meses, de lo que en realidad conlleva gobernar un estado con mayoria absoluta.En la democracia española, se han alternado periodos en los que, tanto el PSOE de Felipe, como el PP de Aznar, lo hicieron y ya pudimos comprobar que, a pesar de retóricas llenas de “bonismo”, al final, se impone el rodillo de los escaños.
Uno de los primeros detalles ha sido el anuncio por parte de la vicepresidenta, Saenz de Santamaria, de abortar…no, no se asusten, de abortar un embrión llamado CEMA.Pocas veces en la historia, un organismo creado por ley no ve la luz. El CEMA, para aquellos que no lo reconozcan, es el equivalente a nivel estatal, de lo que es el CAC, por ejemplo, en Catalunya, Un organismo que debia velar por el cumplimiento de la ley audiovisual que, poco antes de su retirada política, presentó la entonces vicepresidenta Fernande de la Vega. Un organismo de unos 6,5 millones de euros de presupuesto, que debian pactar las formaciones políticas y que no llegaron a hacerlo, porque , como no se esconde, este año uy meddio ha estado presidido por otras prioriades,.De momento, la CMT, la comisión que regula las telecomunicaciones, va a asumir ese rol, con el ahorro que eso supone,…
Y por ahí quiero ir.En aras de la austeridad, el ahorro, vamos a constatar, en los próximos dias, semanas, meses, como van cayendo decenas de estructuras, organismos creados a manera, de contrapoder, que nos provocan una inflación de ventanillas.Pongamos el caaso de los ciudadanos de Barcelona, que pueden llegar a tener hasta 6, desde el Gobeierno del estado, la Generalitat, su Ayuntamiento, el Area Metropolitana, la Diputación, el Consell Comarcal… cenneraes, algunos miles, de cargos repartiéndose o a veces, compartiendo, responsabilidades.
Es cierto que hay que addelgazar.Pero la manera en la cual Soraya anunció el fin del Cema antes de su inicio, o el cambio sí o si de la estructura del Consejo General del Poder judicial(que sean los jueces, por cierto, de amplia mayoria conservadora en el gremio) los que elijan y no los partidos, son solo los atisbos.
Mientras la crónica diaria se juega en los juzgados, los trajes de Camps, las escuchas de Garzón o los “business” de Urdangarin, pero también en las mesas de negociaición, entre patronal y sindicatos.Se libra la batalla e la refgorma del mercado laboral, un tema nada superfluo.
De todos modos, el Gobierno de Rajoy ya tiene el articulado escrito(como mucho, pactado con alguna formación periférica) porque el acuerdo no está cerca y Bruselas no está para esperar.
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