El universo crypto, a caballo de la tecnología blockchain, ha traído a la conversación figuras y conceptos que pueden resultarnos extraños. Uno de ellos es el token, que sería, en el mundo virtual, la representación de un activo o una propiedad. Aunque parezca increíble, no es algo tan nuevo. Basta pensar en las fichas de blackjack que se usan en un casino: no son dinero en sí, sino su representación; jamás podrás pagar en el supermercado con ellos, pero una vez convertidos, son, sin duda, dinero. Este sistema de “vales” es casi tan antiguo como las monedas de curso legal y, a día de hoy, se usa también en el mundo físico en operaciones rutinarias en las que intercambiamos una moneda por un “jeton”;, en francés, para limpiar el coche en el lavadero, por ejemplo.
Ahora, traslademos todo eso al mundo virtual. El token, entonces, representa un valor, un activo o una propiedad concreta, en circulación en el universo crypto. A través de ellos podemos realizar operaciones de distinto tipo en blockchain.
¿Qué diferencia a un token de un token no fungible?
Siguiendo el ejemplo de las fichas de casino, diríamos que un token es cada una de esas fichas, que representan todas el mismo valor,( por ejemplo, un euro). Por tanto, son intercambiables y divisibles: dos token de cincuenta céntimos son un token de un euro. Pero, ¿qué pasaría si cada ficha fuese única, indivisible e imposible de intercambiar por otra, puesto que ninguna otra representa el mismo valor? Entonces, estamos ante un token no fungible: NFT o Non Fungible Token, por sus siglas en inglés.
Generalmente, los NFT son activos digitales intangibles en forma de imágenes, videos o elementos de juegos. Estos activos virtuales vienen con certificados que muestran la propiedad y están influyendo decisivamente en el crecimiento del metaverso. Los NFTs se compran y venden utilizando criptomonedas como Bitcoin, Ethereum, Solana, etc.
¿Para qué se usan los NFT?
Los tokens no fungibles han surgido y crecido en el ámbito creativo virtual – por ejemplo, en el mundo del arte o el de los videojuegos-, pero no quiere decir que solo sirvan para artistas. Los creadores de contenido, incluidos autores, creadores de cursos, entrenadores e incluso productores de eventos, pueden aprovechar el poder de los NFT y monetizar los activos digitales. Por ejemplo, un autor puede crear una edición limitada de libros a través de NFT y otorgar al lector algunos bonos de valor agregado con un valor de reventa en el mercado secundario.
Como cualquier otro mercado, los NFT se rigen por la oferta y la demanda; eso sí, se atienen a la tecnología Blockchain y las transacciones se llevan a cabo en una red descentralizada, donde los NFT se almacenan en una “wallet”, una billetera virtual. El carácter único y exclusivo de los tokens no fungibles son su principal atractivo, aunque también marcan su volatilidad o una mayor facilidad para el fraude. Los NFT están diseñados para brindar algo que no se puede copiar: la propiedad del trabajo. Para decirlo en términos de coleccionismo de arte físico: cualquiera puede comprar una impresión de “Las Meninas” de Velázquez, pero soólo una persona puede poseer el original.
¿Quién puede crear y vender NFT?
Cualquier persona con acceso a internet y un ordenador puede crear sus propios NFT y colocarlos en el mercado para su venta. Ahora bien, hay que saber cómo y dónde hacerlo. Existen numerosas plataformas de comercio de tokens: Mintable, Rarible, Ethernity, TopShot, OpenSea son algunas de ellas.
Para comerciar con tokens es necesario tener una “wallet” virtual y adquirir criptomonedas a través de un bróker. Una vez hecho, puedes conectar tu billetera con la plataforma de compra-venta de tokens que prefieras. Hay varias modalidades para la compra de tokens, por ejemplo por subasta. En algunas, cada operación conlleva costes asociados más allá del precio del NFT.
¿Son seguros los tokens no fungibles para ganar dinero?
Al igual que las propias criptomonedas, los tokens están expuestos a mucha volatilidad. La tecnología que soporta estas operaciones, el blockchain, es fiable, pero el riesgo asociado a invertir en este tipo de monedas virtuales y tokens es evidente. Como cualquier otro activo especulativo, se puede ganar o perder mucho dinero en poco tiempo. Además, los criterios de exclusividad de los NFT se prestan a visiones muy distintas sobre su valor, lo que puede crear alzas y bajas muy acusadas.
Pero no todo es beneficio puro y duro en la comunidad NFT. Se están generando sinergias y espacios comunes en torno a proyectos surgidos en este ámbito, especialmente alrededor de propuestas creativas o artísticas, abiertas a colaboración. Una de las comunidades más grandes y exclusivas es Bored Ape Yacht Club, a la cual pertenecen celebridades como Jimmy Fallon, Logan Paul, Marshmello y Shaquille O’Neal, entre otros. Por otro lado empresas como Nike también se han sumado al mundo NFT. El 13 de diciembre anunciaban la compra de RTFKT Studios, una de las mayores empresas de venta de NFT del mundo. Dedicada al diseño de avatares y sneakers virtuales destinados al metaverso.
El mercado de Non Fungible Tokens es volátil e incierto aún, pero ya es una realidad y un paso más hacia la virtualización de la economía.
Artículo en colaboración con: Laura Bolaños, consultora Ecommerce en eComJungle
Fuente: EAE
