Cristina Colomer

Propietaria de Bolsos Acosta

Marca tradicional convertida en producto del siglo XXI

“Buscamos a una mujer que quiera llegar lejos por sí misma”



Colomer adquirió Bolsos Acosta en 2012. Ahora trabaja con los mejores artesanos de España.

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A pesar de la crisis, algunos sectores productivos han encontrado el modo de subsistir e, incluso, de reforzarse. Es el caso de los productos de sectores “premium”, como las marcas de bolsos y complementos de gran calidad. Cristina Colomer nos explica su proyecto, iniciado, justamente, en los peores momentos de la crisis.

«Adquirí la marca Acosta en 2012. Mi interés ha sido defenderla. Me siento orgullosa de que se haya mantenido como marca nacional»
 
«Somos punteros en el ámbito de la piel y la artesanía. Muchas empresas de otros países vienen a producir aquí»
 
«Me encontraba en un momento de madurez personal y familiar y cuando apareció la oportunidad de adquirir la marca me sentí preparada»
 
«Fuimos a Ubrique, a Madrid y a Alicante a buscar a los mejores artesanos del país»
 
«Muchos de los talleres con los que trabajamos son familiares y nos sentimos muy orgullosos de ello»
 
«Nuestro crecimiento actual viene dado por los córners que tenemos implantados en El Corte Inglés por toda España»
Bolsos Acosta era una marca muy conocida en España. Pero un día desapareció…
La marca existía desde 1942. Nació en Madrid y tuvo recorrido hasta 2012. Entonces cerró. Yo adquirí la marca a finales de ese año. Mi interés ha sido defenderla. Me siento orgullosa de que Acosta se haya mantenido como marca nacional en todos sus procesos: diseño, fabricación… y empleando a personas de nuestro país.
 
Es que tenemos mucha tradición en esos artículos…
Es algo que no se explica mucho, pero que se debería dar a conocer más. Somos punteros en el ámbito de la piel y la artesanía. Muchas empresas de complementos, bolsos y artículos de piel de otros países vienen a producir aquí. Es una ventaja que no siempre hemos sabido valorar.
 
Y en 2012 se quedan con la marca y comienzan a reflotarla. ¿Qué le impulsó a hacerlo?
Mi caso de emprendeduría fue un proceso paulatino. No me desperté un buen día y me dije “voy a poner a emprender”. Más bien me encontraba en un momento de madurez personal y familiar adecuado y para cuando apareció la oportunidad de adquirir la marca me sentí preparada y decidí aprovechar la ocasión.
 
En el mundo del consumo se han visto muchas cosas. Hay quien adquiere una marca para hacerla desaparecer y quedarse solamente con la unidad productiva. Pero el suyo es un caso completamente distinto.
Pues sí. Cuando compramos Acosta sólo quedaba el nombre. Las tiendas habían cerrado y el personal había sido despedido. Así que sólo nos quedamos con la marca. Empezamos a crear toda la estructura a su alrededor, desde cero. Pero es cierto que teníamos conocimiento del mundo de la piel, por la empresa de mi marido, y también mucha ilusión y cierto gusto por la moda.
¿Montaron una fábrica, entonces?
No tenemos fábricas. Decidimos situar una base de operaciones en Madrid, dado que la marca es más conocida y había que asegurar la viabilidad del proyecto. Esa base cuenta con una tienda y con un equipo de diseñadores independientes. Por otra parte nos fuimos a Ubrique, a Madrid y a Alicante a buscar a los mejores artesanos del país.
 
Así pues, ustedes están contribuyendo a mantener un sector artesanal tradicional.
Por supuesto. Un sector que es maravilloso y que en muchos casos se va transmitiendo de padres a hijos, generación tras generación. Muchos de los talleres con los que trabajamos son familiares y nos sentimos muy orgullosos de ello.
 
¿Cuántas referencias pueden tener?
Fabricamos zapatos, prendas, guantes, bolsos y pequeña marroquinería. Cada año tenemos dos temporadas y en cada temporada tenemos unas quinientas referencias. En invierno siempre es más que en verano.
 
Bueno, y dígame ¿a qué público se dirigen?
Somos una marca premium, que no de lujo, y ofrecemos complementos a una mujer que es activa, que trabaja, que combina su actividad profesional con su vida social y familiar, que sabe lo que quiere, que es elegante y que tiene gusto. Nuestro bolso la acompaña durante unas horas del día. Esto es lo que queríamos hacer desde el primer día y no nos hemos movido de la idea original.
 
Para llegar a ella deben de invertir en marketing y comunicación.
En nuestro sector, en el momento actual, el marketing es algo fundamental. Estamos afianzando la marca en todos los aspectos. Primero en nuestro país, a partir de numerosas acciones que van mejorando cada día, y luego tenemos idea de ir creciendo hacia el mercado exterior.
¿Cómo es la red de puntos de venta de Acosta?  
Actualmente contamos con tres tiendas propias. Pero nuestro gran crecimiento actual viene dado por los diez córners comerciales que tenemos en propiedad, implantados en El Corte Inglés por diversos puntos de España. Vamos a abrir en Sevilla el mes que viene y así estaremos en todo el país.
 
Los expertos han dicho que 2012 fue el momento más bajo de la economía. Sin embargo, también dicen que de esa crisis salieron bien paradas las empresas de producto de gama alta. ¿Ustedes sufrieron?
Nosotros nacimos en ese mismo año. Precisamente, en el peor momento. Así que lo peor había pasado. No fue fácil consolidarnos en el mercado, pero siempre hemos sido optimistas. Lo cierto es que no hemos parado de aumentar las ventas año tras año y de crecer en el número de puntos de venta. Estamos muy contentos.
 
Entonces, su público objetivo también cuenta con un buen nivel adquisitivo.
Nuestro nicho de mercado viene dado por la calidad que ofrecemos. Es cierto que hay mercado para un prét-a-portèr asequible, pero lo que ofrecemos nosotros está muy bien valorado. ¿Ve esto? 
 
Me señala un detalle del bolso que lleva encima…
Esto es un lujado. Si pasa el dedo por encima lo notará como si estuviera pulido. Muy pocos artesanos son capaces de hacerlo. Para llevarlo a cabo se requieren cinco días de trabajo y sólo es posible hacerlo en ciertos momentos del año, con unas condiciones climáticas determinadas. Hay que rascar, pulir, pintar, secar, una capa tras otra… En la confección de un bolso ya ve que hay muchos factores que influyen sobre su precio: el diseño, la piel, los cerrajes, pero, muy especialmente, la mano de obra artesana en cada acabado. No todo el mundo sabe valorar esto, pero quien lo valora, es capaz de hacerlo mucho.
 
En el mundo del complemento funciona la prescripción de celebrities. ¿Ustedes tienen alguna?
Lo de contar con el apoyo de una celebridad parece algo necesario, pero nosotros, por el momento, no lo estamos utilizando. Nos gustaría encontrar un perfil público, pero muy concreto. Una mujer que no sólo fuera bella, sino que destacara por tener una carrera importante o unos logros importantes, ya sean en el mundo de la empresa, las artes o el deporte. Buscaríamos a una persona que hubiera llegado lejos por sí misma y por su capacidad.
 
Para que Acosta sea una marca reconocible en sus productos, además del logotipo ¿qué utilizan?
Queremos que la nuestra sea una marca elegante pero discreta. Queremos que el producto se distinga pero más bien por pequeños detalles y no por grandes indicativos. Vamos hacia otros atributos: el nombre en los cerrajes, o en la piel. No vimos la necesidad de hacer un anagrama, aunque anteriormente la marca lo había tenido.
 
¿Usted participa directamente del diseño?
Sí. Hay un excelente equipo de diseño pero yo estoy con ellos. Se presentan ideas e inspiraciones continuamente y yo quiero estar allí para asegurarme de que todo respire la misma filosofía.
 
Una pregunta un poco masculina: el tamaño de las cosas que llevamos encima ha ido cambiando con el tiempo. ¿Han cambiado los bolsos de tamaño y distribución?
Es cierto que siempre han existido bolsos pequeños y bolsos grandes. El año pasado, sin ir más lejos, se pusieron de moda unos micro-bolsos que no parecía que tuvieran sentido en un momento en que cada vez más personas vamos con tabletas e I-Pads encima. Pero ese, seguramente, no era un bolso para ir a trabajar.
 
Hay que considerar el bolso como un complemento que sirve para cada ocasión. Un elemento que puede permitirte poner documentos o biberones, según te convenga. 
 
Lo que es importante es que, más allá del producto, del diseño y la calidad, nosotros pensamos en la mujer que lo llevará. Pensamos en la distribución interior del bolso y en todos los detalles para que la clienta vaya cómoda con él y se sienta orgullosa de llevarlo. Tratamos que nuestros bolsos sean atemporales.
 
Así pues, no tienen un “outlet”, un lugar donde descansan los bolsos de la temporada pasada…
Alguno hay. Pero nunca son los bolsos iconos. Esos perduran. 
 

 

Más que como una gran ejecutiva, Cristina Colomer dice que se siente como una emprendedora. En 2012 tuvo la oportunidad de adquirir la marca Acosta, una de las referencias clásicas españolas en la fabricación de bolsos y complementos de mujer. La marca se acababa de extinguir y Cristina se encontró ante sí con el reto de reflotarla. Pero también confiesa que se sentía en un momento personal adecuado para hacerlo. Desde entonces trabaja todas las semanas a caballo entre Madrid y Barcelona. Su trabajo debe ser incansable: según explicó en una entrevista reciente a La Vanguardia, la nueva Acosta emplea a 30 personas, vendió por valor 2,5 millones de euros en 2015 y espera llegar a los cuatro este mismo año. Y quieren llegar todo lo lejos que puedan.

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