Previsiones económicas de la Comisión Europea: recesión profunda y desigual y recuperación insegura

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Bruselas estima que la economía de la zona euro se contraerá un 7% en 2020 pero crecerá un 6,25% en 2021

El coronavirus ha causado una gran perturbación en las economías mundiales y en la de la UE, y tendrá graves consecuencias socioeconómicas. A pesar de la rápida y exhaustiva respuesta tanto a nivel de la UE como a nivel nacional, la economía de la UE experimentará en 2020 una recesión de proporciones históricas.
 
Según las previsiones económicas de primavera, la economía de la zona euro se contraerá un 7% en 2020, pero crecerá un 6,25% en 2021. Por lo tanto, las previsiones de crecimiento de la UE y de la zona euro se han revisado a la baja alrededor de nueve puntos porcentuales en comparación con las previsiones económicas del otoño de 2019.
 
La perturbación de la economía de la UE es simétrica porque la pandemia ha afectado todos los estados miembros, pero hay que señalar que hay bastantes diferencias entre estados miembros entre la caída de la producción el 2020 (del -4,25% en Polonia al -9,75% en Grecia) y la fuerza de la recuperación prevista para 2021. La recuperación económica dependerá no solo de la evolución de la pandemia en cada uno de los estados miembros, sino también de la estructura de sus economías y de su capacidad de responder con políticas de estabilización. Dado que la interdependencia de las economías de la UE es muy grande, la dinámica de la recuperación de cada uno de los estados miembros también afectará la fuerza de la recuperación del resto.
 
«En esta fase solo podemos intentar hacer inventario de las dimensionas y de la gravedad del choque del coronavirus en nuestras economías. A pesar de que las repercusiones inmediatas en la economía mundial serán mucho más graves que no las de la crisis financiera, la profundidad del impacto dependerá de la evolución de la pandemia, de nuestra capacidad de recuperarnos y de volver a poner en marcha de manera segura la actividad económica. Este es un choque simétrico: todos los estados miembros de la UE han sido afectados y, según las previsiones, todos sufrirán una recesión en 2020. La UE y los estados miembros ya han tomado medidas extraordinarias para paliar el impacto. Nuestra recuperación colectiva dependerá del hecho que tomemos medidas firmes y coordinadas a nivel nacional y a nivel europeo. Juntos siempre seremos más fuertes», ha declarado el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable de una Economía al Servicio de la Gente, Valdis Dombrovskis.
 
«Europa está sufriendo un choque económico sin precedentes desde la Gran Depresión. Tanto la gravedad de la recesión, como la fortaleza de la recuperación serán desiguales y vendrán condicionadas por la rapidez con la cual se puedan levantar los confinamientos, la importancia de sectores como por ejemplo el del turismo a cada economía o los recursos presupuestarios de cada estado miembro. Esta divergencia supone una amenaza para el mercado único y la zona euro, pero puede paliarse mediante una drástica actuación europea. A este reto tenemos que hacer frente todos juntos», ha declarado también el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
 
Un golpe severo para el crecimiento y una recuperación desigual
 
Lo coronavirus ha afectado gravemente el gasto de los consumidores, la producción industrial, la inversión, el comercio, los flujos de capital y las cadenas de suministro. El levantamiento gradual de las medidas de contención tiene que tener prevista la fase de recuperación económica. Aun así, no se espera que a final del 2021 la economía de la UE se haya podido recuperar del todo de las pérdidas del 2020; la inversión se mantendrá a un nivel moderado y el mercado de trabajo tampoco se habrá recuperado del todo.
 
La continuidad de la eficacia de las medidas tomadas a nivel nacional y europeo para responder a la crisis será fundamental para reducir los daños económicos y facilitar una recuperación rápida y sólida que vuelva a situar las economías en la vía de un crecimiento sostenible e integrador.
 
La desocupación aumentará a pesar del efecto paliativo de las medidas que se han tomado
 
Aunque los regímenes de reducción del tiempo de trabajo, las subvenciones salariales y el apoyo a las empresas contribuirán a limitar la pérdida de puestos de trabajo, la crisis del coronavirus tendrá graves consecuencias en el mercado de trabajo.
 
Según las previsiones, la tasa de desocupación en la zona euro pasará del 7,5% el 2019 al 9% en 2020 y bajará de nuevo al 8% en 2021. En la UE se prevé que la tasa de desocupación pase del 6,7% el 2019 al 9% en 2020 y vuelva a bajar alrededor del 8% en 2021.
 
Hay estados miembros que sufrirán más desocupación que no otros. Los que tienen un alto porcentaje de trabajadores con contratos de corta duración o aquellos donde un alto porcentaje de la población activa depende del sector del turismo son especialmente vulnerables. Además, los jóvenes que se incorporen ahora mismo al mercado de trabajo tendrán más dificultades para encontrar su primer trabajo.
 
Fuerte caída de la inflación
 
Según las previsiones, en 2020 habrá una caída importante de los precios al consumo a raíz de la caída de la demanda y de la fuerte caída del precio del petróleo, pero globalmente todo ello podría compensar subidas aisladas de los precios a raíz de las perturbaciones del mercado que está causando la pandemia.
 
Según las previsiones actuales, la inflación en la zona euro, calculada mediante el índice de precios al consumo armonizado (IPCA), será del 0,2% en 2020 y del 1,1% en 2021. En la UE la inflación se situará en el 0,6% el 2020 y en el 1,3% el 2021.
 
Las medidas urgentes provocarán un aumento del déficit público y de la deuda
 
Los estados miembros han reaccionado con determinación tomando medidas presupuestarias para limitar los daños económicos de la pandemia. 


Los «estabilizadores automáticos», como por ejemplo las prestaciones de los sistemas de protección social o las medidas presupuestarias discrecionales, harán aumentar el gasto. Por lo tanto, se espera que el déficit público agregado de la zona euro y de la UE pase del 0,6% del PIB en 2019 a alrededor del 8% en 2020 antes de volver a bajar cerca del 3,50% en 2021.

 
Después de la tendencia decreciente que la ratio deuda pública/PIB ha estado registrando desde 2014, ahora volverá a aumentar. En la zona euro se prevé que pase del 86% en 2019 al 102% en 2020, pero que vuelva a bajar hasta el 98% en 2021. En la UE se prevé que pase del 79,4% del 2019 a alrededor del 95% en 2020, pero que vuelva a bajar hasta el 92% en 2021.
 
Incertidumbre excepcionalmente alta y riesgo de tendencia a la baja
 
Las previsiones de primavera se ven empañadas por un grado de incertidumbre mucho más alto que de costumbre. Se basan en una serie de hipótesis sobre la evolución de la pandemia del coronavirus y sobre las medidas de contención asociadas. La hipótesis de referencia prevé que el confinamiento se vaya levantando gradualmente a partir del mes de mayo.
 
Ahora bien, los riesgos que rodean todas estas previsiones son excepcionalmente graves y echan a la baja.
 
Una pandemia todavía más grave y de una más gran duración podría provocar a un caída mucho más gorda del PIB de aquello que hemos previsto con la hipótesis de referencia. Si a nivel de la UE no tenemos una estrategia común de recuperación económica que sea basta sólida y audaz, corremos el riesgo que la crisis provoque graves distorsiones en el mercado único y que aparezcan graves divergencias económicas, financieras y sociales entre los estados miembros de la zona euro. También hay el riesgo de que la pandemia del coronavirus provoque cambios todavía más drásticos y permanentes en la actitud de la gente hacia las cadenas de valor mundiales y la cooperación internacional y esto afectaría todavía más una economía europea tan abierta e interconexionada como la nuestra. La pandemia del coronavirus también podría dejar cicatrices permanentes en nuestra economía si se producen graves quiebras de empresas y daños de larga duración en el mercado de trabajo.
 
La imposición de aranceles una vez finalizada el periodo transitorio vigente entre la UE y lo Reino Unido también podría frenar el crecimiento a pesar de que menos en la UE que en el Reino Unido.
 
Hipótesis puramente técnica en cuanto al Reino Unido
 
Como las relaciones futuras entre la UE y lo Reino Unido todavía no están nada claras, las previsiones sobre el 2021 se basan en una hipótesis puramente técnica del statu quo actual de nuestras relaciones comerciales. Por lo tanto, no reflejan ningún pronóstico en cuanto a las negociaciones sobre las relaciones futuras entre la UE y el Reino Unido.
 
Trasfondo
 
Estas previsiones se basan en una serie de hipótesis técnicas sobre los tipos de cambio, los tipos de interés y los precios de los productos básicos hasta la fecha del 23 de abril. En cuanto al resto de datos tenidos en cuenta, incluidas las hipótesis sobre las políticas públicas, estas previsiones tienen en cuenta la información obtenida hasta el 22 de abril incluido. Las previsiones no contemplan ningún cambio de política a menos que se anuncie de manera creíble y se especifique con todos los detalles.
 
La Comisión Europea publica cada año dos previsiones completas (la de la primavera y la del otoño) y dos de intermedias (la del invierno y la del verano). Las previsiones intermedias incluyen el PIB y la inflación anuales y trimestrales del año en curso y del año siguiente de todos los estados miembros y datos agregados de la UE y de la zona euro.
 
Las próximas previsiones económicas de la Comisión Europea serán las previsiones económicas intermedias del verano del 2020, la publicación de las cuales es prevista para el mes de julio. Solo incluirán el crecimiento del PIB y la inflación. Las próximas previsiones completas serán publicadas el mes de noviembre del 2020.
 
 
 

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