La importancia de escuchar a tu audiencia

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El CEO del New York Times Mark Thompson analiza el buen periodismo y la comunicación política
 
El CEO del New York Times, Mark Thompson: “Tanto en el periodismo, como en la política, escuchar es esencial. Los lectores tienen una relación emocional e intelectual con las publicaciones informativas que leen”/ Foto: Juan Ude.
 
La capacidad de escuchar y de dar respuesta a tu audiencia podría ser el secreto de un éxito duradero en dos sectores que últimamente se encuentran en conflicto: la política y el periodismo.
 
Así lo cree Mark Thompson, CEO de The New York Times, que acudió esta semana en el campus de Nueva York, donde analizó la manera en la que el papel se está adaptando al voluble panorama político y cultural de 2017, y compartió sus opiniones sobre el lenguaje cambiante de la política.
 
La misma calidad con un nuevo enfoque
La respuesta a la pregunta “en qué consiste el buen periodismo” está cambiando: ahora los tuits de 140 caracteres están empezando a ser el centro de atención en detrimento de las formas más tradicionales del periodismo, explicó Thompson. Estos cambios requieren una nueva evaluación de los procesos tradicionales del sector, incluido el “brillante pero, radical” proceso de edición del periódico.
 
A pesar del cambio, Thompson confía en que la calidad del periodismo riguroso no decaerá. “Nuestro liderazgo actual en los medios de comunicación está más basado que nunca en hacer lo que es adecuado", aseguró.
 
A este alejamiento de los procesos tradicionales le acompaña una mayor atención a la voz del reportero. En el pasado, el Times homogeneizaba de forma consciente su estilo, pero en los últimos años el periódico se ha dado cuenta de que las audiencias conectan más con los reporteros de forma individual, por lo que han modificado su estrategia.
 
El éxito de The Daily, un podcast diario del New York Times presentado por Michael Barbaro, es un buen ejemplo de ello. Escuchar la voz individual de un reportero y sus reacciones añade textura al periodismo impreso, explica Thompson. “Lo que suena como característico de The New York Times es diferente hoy comparado con lo que era hace 20 años”, añadió. “Pero en muchos sentidos, es mejor: más rico, más profundo y más auténtico”.
 
Escuchar es esencial
 
Tanto en el periodismo como en la política, escuchar es esencial, reflexionó Mark Thompson. Los lectores tienen una relación emocional e intelectual con las publicaciones informativas que leen.
 
La decisión del Times de lanzar The Morning Briefing –una pequeña recopilación de noticias importantes a la que los lectores pueden acceder desde sus teléfonos móviles a la hora en la que se despiertan– es otro ejemplo de un esfuerzo por incorporar las noticias a las rutinas diarias de su audiencia.
 
Y lo mismo que pasa en el periodismo sucede en la política. “En sus grandes y ruidosas manifestaciones, podemos ver a Trump experimentando, escuchando, aprendiendo y adaptándose… y acercándose cada vez más a su audiencia”, apuntó Thompson.
 
Hillary Clinton dominaba brillantemente la lógica (o el logos), pero le costaba simpatizar con las emociones de su público. Trump, en cambio, usaba de forma muy evidente un lenguaje dirigido al pathos (la retórica) y al ethos (la ética) de su audiencia, reflexionó.
 
Lo breve y simple triunfa
Las frases breves y condensadas utilizadas por Trump para conectar con sus audiencias podrían parecer un fenómeno nuevo. Pero, según Thompson, este tipo de retórica ha sido utilizado por los líderes desde hace siglos. 
 
Thompson se refiere a este tipo de lenguaje como “parataxis”. Si bien la capacidad de Trump de presentar su discurso en una plataforma como Twitter es nueva en el siglo XXI, su origen se remonta a tiempos tan lejanos como los de Julio César, bien conocido por declaraciones tales como: veni, vidi, vici (vine, vi y vencí).
 
Los motivos de su éxito en el clima político y cultural de hoy residen en el lenguaje de la política tradicional ya no funciona. “Mucha gente sencillamente ya no se cree los discursos de los políticos convencionales”, aclaró el CEO del New York Times.
 
Pero eso no quiere decir que este tipo de lenguaje brusco, y frecuentemente carente de lógica, sea inevitable. Más bien, Thompson cree que podemos resolver esta crisis de confianza dando un nuevo impulso al discurso político serio.
 
Citó como ejemplo de ello el exitoso musical de Lin Manuel Miranda, Hamilton, y de forma más general, el hip-hop, como un estilo innovador de discurso político, que combina con acierto contenido significativo y emociones profundas. 

Ideas para el futuro  
 
Pensando en el futuro, es más importante que nunca escuchar lo que hacen nuestros colegas – sean publicaciones con sus lectores, políticos con sus audiencias, o individuos con sus adversarios ideológicos–. Y eso puede aplicarse no tan sólo al periodismo y a la política, sino también al debate sobre lo que se considera el discurso de lo políticamente correcto.
 
“La idea de que podemos erradicar el racismo prohibiendo un lenguaje racista es un plan que, como se puede comprobar fácilmente, ha fracasado”, asegura Thompson. “En cambio, tener el valor de hablar claro y de defender aquello en lo que creemos es un camino más seguro”.
 
Al fin y al cabo, la retórica no consiste en hablar más alto, ni tiene que ver necesariamente con el compromiso. La retórica significa, más bien, abrir bien los oídos y escuchar lo que dice la otra parte.
 
 

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