Si bien la cocina oriental es una opción bien integrada en nuestra cultura, nunca deja de traernos sorpresas. Lo último son dos nuevas alternativas provenientes de Sichuan y de Taiwan. Hoy hablamos con Tao Zhang, responsable en España de las cadenas Lius y Coco Fresh, dedicadas al hotpot y al bubble tea.
Usted es la directora en España de dos franquicias de restauración: los restaurantes Liu’s y las tiendas Coco Fresh Tea & Juice. ¿Cuántas tiendas tienen de cada una en el país?
Por el momento, en Liu’s tenemos un restaurante en Barcelona, otro en Madrid y otro en Valencia. Estamos preparando el lanzamiento de uno en Palma de Mallorca y de otro, que será el segundo de Madrid. En cuanto a Coco Fresh, tenemos dos en Barcelona y dos más en Madrid.
En cuanto a empleados, digamos que tenemos una quincena en cada restaurante de Liu’s y unos seis o siete más por cada tienda de Coco.
Vayamos a por la comida primero: Liu’s. El concepto del “hotpot” (olla caliente) es el de una comida tradicional, pero a la vez novedosa aquí.
Así es. Se trata de una comida originaria de la zona de Sichuán, una de las provincias más industriales y prósperas de China. Allí es típico comer productos naturales cocidos en ollas por uno mismo. Y la gente que no conoce este sistema de preparación lo encuentra muy divertido. Cuando vienen a nuestros restaurantes, se cocinan ellos mismos el producto al momento y lo hacen en comunidad.
¿Y qué historia tiene la cadena Liu’s? En la página web se explica que el negocio nació en China en el 2000 y que no paró de crecer.
Así es. En el año 2006 la cadena decidió internacionalizarse y salir del país. Desde entonces nos hemos establecido en Canadá, Estados Unidos, Dubai, Singapur, Australia, Japón, Tailandia, Indonesia, Francia, España… Actualmente hay más de 1.300 establecimientos por todo el mundo.
En buena medida, el auge se explica por el hecho de que hay muchas personas de nacionalidad china viviendo fuera de su país de origen. Y al vernos decidieron ser nuestros primeros clientes, porque querían mantener el contacto con la cocina de sus orígenes. Pero luego también fuimos generando nuevos clientes entre los públicos locales.
Naturalmente. ¿Qué otro tipo de públicos han descubierto la franquicia?
Aquí tenemos a mucha gente que viene de todas partes. Están los locales, pero también otros asiáticos que viven por aquí, como también turistas europeos y del resto del mundo.
¿Es fácil, a estas alturas, introducir una novedad de cocina asiática para que tenga éxito?
Bueno, yo creo que lo que a la gente le gusta conocer algo que le resulte nuevo, pero a la vez que sea típico de la cultura de otro país. Eso interesa a la gente. El hotpot, por ejemplo, es un concepto nuevo para la gente de aquí.
¿Y lo comen ustedes todo el año?
En efecto. Durante las cuatro estaciones.
En muchas franquicias, la materia prima viene de una central de aprovisionamiento. ¿En su caso también?
No. Nosotros utilizamos materia prima que proviene del mercado en el que operamos. En este caso, la carne, el pescado, el marisco, la verdura, etcétera, proviene de los mercados locales de Barcelona o de Madrid. Lo que sí ponemos son las salsas y nuestra forma de cocinar. El resto, todo local.
¿Y en qué gama de precios se encuentran ustedes?
Nos fijamos mucho en la calidad y el precio. Nos consideramos un restaurante de nivel medio, para personas que quieren disfrutar de un buen menú. No estamos en la línea de los 10 euros el cubierto, sino más bien en la de los 25 o 30. Pero también es cierto que son menús mucho más completos.
Por otro lado, usted representa también los intereses de Coco Fresh, una cadena que está trayendo a estas tierras el popular Bubble Tea que tan famoso es en Asia y Estados Unidos.
En efecto, Coco es una marca muy conocida en Taiwan, que cuenta con más de 5.000 puntos de venta por todo el mundo. El producto aquí es básicamente un té que se toma con leche y con otros condimentos; la mayor parte de las veces son frutas o bien helados.
Y algunas semillas que se hidratan y toman la forma de burbuja (bubble), como la tapioca…
En efecto. Ambas marcas, Coco y Liu’s, se pueden combinar fácilmente porque en China tenemos la cultura de comer siempre caliente y de acompañar la comida con algo frío. Además, la clientela de una y otra marcas son similares.
¿Y el bubble tea no es más propio de la primavera y el verano, tal vez?
Es cierto que en verano el producto tiene más tirada y se toma más. Pero también hacemos bebidas calientes para el invierno. Simplemente se puede pedir el té con la leche caliente y luego añadir otros ingredientes.
¿Incluso cava?
De momento no. Pero ojalá podamos hacerlo en el futuro.
Se lo preguntaba por si ustedes tienen capacidad de improvisar e innovar en la franquicia, o si dependen de lo que les diga la central.
Bueno… Si tenemos una buena idea, o vemos que hay un producto que nos interesa, siempre le podemos pedir a la empresa que haga una prueba. Y si la prueba tiene buen resultado, entonces podemos poner el producto en nuestro catálogo.
Cabe añadir que hace unas semanas, por Sant Jordi, ustedes realizaron un workshop de bubble tea en Barcelona. ¿Les dio resultado?
El taller fue un éxito. Además, como la festividad coincidió en domingo, vinieron muchas personas y fue muy interesante. Aquel día hicimos algo bastante especial: una vez cocinado el té, aprovechamos el producto resultante para compactarlo y crear una especie de piedras con fragancia que luego se podían llevar a sus casas.
