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Los aumentos salariales en Europa están contribuyendo a la recuperación, pero las economías afrontan riesgos

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Con políticas adecuadas y una mayor productividad, Europa puede conciliar las presiones salariales a corto plazo y las tendencias laborales a largo plazo con menos inflación

8 de noviembre

La recuperación económica de Europa está recibiendo un impulso muy necesario gracias al aumento de los salarios y de los ingresos. Pero en los países donde el envejecimiento de la población está reduciendo la fuerza laboral, las autoridades pronto podrían enfrentar nuevos desafíos. Las presiones salariales a corto plazo podrían combinarse con la estrechez de los mercados laborales a más largo plazo para avivar las presiones inflacionarias.

Después de dos años de caída del poder adquisitivo, no sorprende que los trabajadores europeos estén presionando para obtener más salarios. Los salarios nominales aumentaron un 4,5 por ciento en la zona del euro y más de un 10 por ciento en otras partes de Europa en el primer semestre de este año. Los salarios más altos ayudan a aliviar las presiones del costo de vida y respaldan la expansión económica.

Pero una mayor productividad, junto con políticas macroeconómicas estrictas que impiden que las empresas transfieran mayores costos a los consumidores, son esenciales para que las economías puedan permitirse salarios mucho más altos sin avivar la inflación, como se analiza en nuestra última Perspectivas Económicas Regionales.

El crecimiento de los salarios ha sido diferente entre los países. En gran parte de las economías avanzadas de Europa, los salarios tienen que aumentar aún más antes de alcanzar los precios, lo que significa que es probable que persista la presión por aumentos salariales. En Europa central, oriental y sudoriental, el crecimiento de los salarios ha sido más rápido y ha seguido el ritmo de los precios. Esta región ha experimentado un alto crecimiento salarial en el pasado, pero en aquel entonces el crecimiento de la productividad también fue fuerte. Hoy es débil. Eso significa que mayores aumentos salariales socavarían la competitividad.

Es poco probable que las presiones salariales disminuyan en el corto plazo. Como muestra el gráfico de la semana, las tendencias a largo plazo ya están reduciendo la oferta laboral (total de horas trabajadas). La demografía y las semanas laborales más cortas significan que los empleadores enfrentan una competencia feroz para encontrar trabajadores calificados y deben pagar más para retenerlos.

Durante la última década, la participación de la fuerza laboral europea creció relativamente rápido. Incluso si esta tendencia continúa, la oferta laboral podría disminuir un 0,1 por ciento anual durante los próximos cinco años a medida que la población envejece, el crecimiento demográfico se desacelera y continúa el acortamiento de las semanas laborales. Por el contrario, se espera que la oferta laboral estadounidense crezca un 0,2 por ciento a medida que la inmigración y las jornadas laborales más largas compensen con creces el deterioro de la demografía.

El margen para contrarrestar estas tendencias del mercado laboral en Europa es limitado. Las propuestas para aumentar aún más la edad de jubilación pueden topar con oposición política. También hay poco margen para aumentar el promedio de horas de trabajo porque las semanas laborales más cortas están ganando popularidad.

¿Qué deben hacer los responsables de las políticas? Existe una delgada línea entre ayudar a la recuperación económica y desterrar una inflación persistentemente alta. Los bancos centrales deben estar atentos a los riesgos alcistas para la inflación y monitorear de cerca los acuerdos salariales y su coherencia con las tendencias de productividad. Una marcada divergencia sería preocupante. La combinación de política monetaria y fiscal debería seguir siendo lo suficientemente estricta para que la inflación vuelva al objetivo.

Al mismo tiempo, las reformas estructurales para aumentar la productividad se están volviendo críticas. Hacerlo reduciría las presiones inflacionarias en el mercado laboral y aumentaría el potencial de crecimiento económico a largo plazo. Impulsar la oferta laboral permitiendo a los trabajadores trabajar más horas, simplificando la transición entre empleos, preparando a las nuevas generaciones para empleos futuros, capacitando a los trabajadores y facilitando la integración de los trabajadores migrantes tienen un papel importante que desempeñar.

—Véase el reciente blog del Departamento Europeo que describe sus últimas perspectivas económicas para la región: Europa debe tener éxito en restaurar la estabilidad de precios.

Fuente: Fondo Monetario Internacional (Chikako BabaBen ParkIppei ShibataSebastian Weber)


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