Lluís Soldevila

Speaker especializado en motivación y autor

Consultor sherpa

“La palabra clave es el cambio. Y, ante el cambio, la adaptación”


Lluís Soldevila ha llevado con éxito su formación en liderazgo y motivación al terreno de lo online.

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Lo visitamos en su estudio de Valldoreix (Barcelona), desde donde diseña e imparte sus enseñanzas en desarrollo profesional, motivación y liderazgo. Desde lo digital ha logrado generar experiencias emocionales para ayudar a que sus audiencias cambien. Hoy hablamos con Lluis Soldevila, uno de los más influyentes speakers en habla hispana.

¿Usted es un coach?

Bueno… Me defino mejor como un “consultor”. Sé que ambos oficios se encuentran en el mismo sector y, de hecho, lo cierto es que también entreno a personas y a equipos en la gestión del cambio. Con ese propósito nacieron mis dos primeros libros (“Éxito se escribe con A” y “Morder el Hielo”) y, más recientemente el tercero (“Digital Thinking”).

Empecé dando conferencias para estimular procesos de cambio. Poco a poco se convirtieron en seminarios y en formaciones para empresas. Y más tarde las propias empresas me pidieron que les ayudara a implementar los cambios. De ahí nació la firma Acktitude, desde la que me dedico a hacer consultoría.

Según parece usted despliega un curioso método en ese menester.

Seleccionamos a un grupo de personas de la organización para la que trabajamos. Les consideramos como agentes de cambio y les entrenamos durante 100 días. Esto provoca un cambio de mindset primeroen esas personas y luego, por efecto cascada, al resto de la organización.

Seguramente, como consecuencia de la pandemia, mucha de su actividad anterior debe haber cambiado de formato.

En ello me encuentro. Ciertamente, muchas de las actividades que ofrecía antes de la pandemia eran presenciales: conferencias, eventos, congresos… Todo esto ha desaparecido por ahora y lo estamos trasladando al formato online, que creo que ha llegado para quedarse. ¿Le puedo contar una anécdota?

Usted dirá.

Al inicio del confinamiento comencé a dar charlas a través de Zoom. Es todo lo que tuvimos tiempo de preparar con mi equipo. Vi que podía funcionar más o menos bien para dar clases a algunas personas, pero no para motivar a un grupo de 3.000, o para inspirar cambios. Así que cambié de enfoque: aprovechando ciertos conocimientos previos y amigos en el mundo de la televisión, diseñamos una experiencia visual que tuviera el mismo impacto emocional que un evento presencial.

Aprovechando ciertas experiencias previas y amigos en el mundo de la televisión, diseñamos una experiencia visual que tuviera el mismo impacto emocional que un evento presencial

¿Y lo logró?

Sí. Ya ve que tuve que convertir mi estudio en un mini plató de televisión. El croma que utilizo para emitir fondos superpuestos era en sus inicios una simple tela de color verde. Pero a la vuelta de las vacaciones le pedí permiso a mi mujer para pintar la pared de la casa de color verde. Así que el croma ya es algo permanente en mi casa… Uno de los errores en el que vivimos es pensar que todo esto que nos pasa es interino.

Comenzó usted como formador sobre el año 2010. Desde entonces, ¿han cambiado mucho los consejos que da a la gente?

Creo que no. La base es la misma. La palabra clave es el cambio y, ante el cambio, la adaptación. Es cierto que la situación actual nos ha traído un problema que afecta a nuestra salud y que eso genera mucho estrés a nivel personal a todo el mundo. No es lo mismo quedarte sin trabajo que quedarte sin trabajo y, además, haber perdido a un familiar sin poderte despedir de él. Pero creo que las herramientas para salir de esta situación tan compleja seguirán siendo las mismas.

En sus conferencias se suelen oír frases que hacen pensar. Por ejemplo: “buscar un trabajo es un trabajo”.

Efectivamente. Y cada vez lo es más. Hace años, buscar trabajo era una tarea que cualquiera podía hacer un domingo por la mañana, mientras desayunaba en su casa y leía la sección de Empleo de cualquier gran periódico. Pero hoy en día no hay ni que molestarse en buscar anuncios clasificados, porque ya no los hay.

Así pues, lo que hay que hacer es buscar en todas las plataformas digitales, ser proactivo, construirte tu marca personal, dándote a conocer, generando contenido y credibilidad. Debes buscar dónde están las empresas en las que a ti te gustaría estar. Literalmente, puedes estar 8 horas al día buscando trabajo. ¿Otra anécdota?

¡Por favor!

En la pasada crisis mis formaciones ayudaron a muchas personas a buscar trabajo. Cuando tenía un auditorio ante mí comenzaba por preguntar a esas personas: “¿qué sois?”. Y siempre había uno que me decía: “yo soy director financiero” o “director de tal cosa”. Le respondía: “claro, el día que tú naciste, alguien dijo que eras un precioso director financiero de 3,5 kg”… Y me respondían que “’claro que no!”

Raro sería que así fuera.

Lógico. Es que una persona nunca es un “director financiero” o un “director de tal cosa”, sino que es alguien que posee unas habilidades analíticas, que sabe utilizar ciertas herramientas, que sabe comunicar y que tiene capacidad para liderar equipos.

Ya lo ve: hay que deconstruirse un poco para saber lo que se sabe hacer y luego reconstruirse para ver dónde encajas dentro del trébol.

Supongo que hablará en términos metafóricos, claro.

El trébol representa una figura formada por tres círculos superpuestos en cierta área. Y es una metáfora aplicable a las personas. Verá: todo el mundo posee, por lo menos, tres dimensiones. La primera la forma aquello que uno sabe hacer y en lo que es realmente bueno. La segunda la forma aquello que a uno le gusta, le apasiona y le hace dedicar todas las horas del mundo. Y la tercera es aquello que interesa al mercado. Si a usted le gustan las flores, y le emocionara cultivarlas, podrá dedicarse a la floristería a menos que el mercado no las necesite

Todo el mundo posee tres dimensiones. La primera la forma aquello que uno sabe hacer y en lo que es realmente bueno. La segunda la forma aquello que a uno le gusta, le apasiona y le hace dedicar todas las horas del mundo. Y la tercera es aquello que interesa al mercado

Buena metáfora. ¿Todo el mundo puede ser emprendedor?

No estoy diciendo eso. Lo que digo es que cada uno debe definir muy bien lo que sabe, lo que le gusta y lo que el mercado le puede pagar por hacerlo. Y esta definición puede encajar muy bien para alcanzar cualquier posición profesional, ya sea la de freelance hasta la de empleado por cuenta ajena en cualquier organización, ya sea pública o privada. Creo que no debemos ceñirnos a las antiguas definiciones de un lugar de trabajo, o de un trabajo de por vida. Lo digital ha borrado las barreras del espacio y el tiempo, y las posibilidades son ahora tremendamente grandes.

Creo que no debemos ceñirnos a las antiguas definiciones de un lugar de trabajo, o de un trabajo de por vida. Lo digital ha borrado las barreras del espacio y el tiempo

Antes uno enviaba su CV a las empresas para presentarse y pedir trabajo. Ahora, ¿qué debería ser?

Piense bien: ¿qué es un CV?: Una hoja de vida. ¿Qué sentido tiene poner la vida de uno en una hoja DIN A4 con tipografía Arial a cuerpo 8? Yo no lo sé. No creo mucho en ello…

Y, sin embargo, hace un par de semanas alguien me pidió que les enviara mi CV.

¡Vaya! ¿Y qué hizo?

Lógicamente lo tuve que preparar. Para mi era una oportunidad de participar en una gran conferencia y me interesaba hacerlo. Hacía 10 años que no escribía mi propio CV. Y pensé: “¿y porqué no entran en mi LinkedIn, o en mi página web, y lo ven ellos mismos?… He invertido mucho tiempo y dinero en prepararlos…”.

Finalmente, si yo entro en Google y le busco a usted y sus redes sociales, y su web, puedo estar leyendo dos horas acerca de quién es y de cuál es su CV. Así que creo que hay otras maneras… Si quiere le cuento más.

Soy todo oídos.

El vídeo. Hace unos días tuve una conversación profunda con una clienta que es dentista. Ella se plantea cambiar de enfoque profesional y yo le pedí cuál era su CV. Me envió uno que había preparado hacía muchos años y le propuse rehacerlo. Le sugerí crearlo en vídeo. Y me dijo que no, que aquello no era propio de dentistas.

¿Y lo es?

¿Y por qué no? ¿Acaso un dentista no vende precisión, proximidad, amabilidad…? El medio audiovisual transmite una serie de valores que hay que utilizar. Y, además, el video de un dentista nunca coincidirá con el de un mecánico o el de una profesora. Todos podemos hacer unos vídeos de nosotros mismos, con calidad extrema y a precio asequible, actualmente.

¿Cree que puede hablarse de problemas propios de la gente “sénior”, o de los “millenials” o de otros colectivos? Todos ellos necesitan reinventarse en algún momento.

Creo que la reinvención no se vale de etiquetas prefabricadas. Más bien requiere que nosotros mismos creemos nuestras etiquetas, y esto pasa por el autoconocimiento. En mis conferencias y formaciones he visto a personas mayores que son jóvenes. Y a jóvenes que son viejos, por su manera de pensar, vestir y obrar. No hace mucho estaba con un empresario cercano a los 70 años y que tenía una ilusión por sus proyectos como la que tiene un niño de 12 años. Es cuestión de actitud y de mindset. Las etiquetas predefinidas no nos ayudan. Lo mismo vale para la definición del éxito.

Creo que la reinvención no se vale de etiquetas prefabricadas. Más bien requiere que nosotros mismos creemos nuestras etiquetas, y esto pasa por el autoconocimiento

¿Cuál es la definición de éxito para usted?

En mis charlas hablo mucho de ello. Para algunas personas la definición de éxito tiene que ver con la fama, el poder y el dinero. Pero a mí, y a otras personas, no nos gusta. Prefiero definírmelo yo mismo y darle un sentido a lo que hago. Si utilizo una etiqueta con la que me siento identificado, entonces estaré creando una marca personal que tendrá unos valores bien claros.

Con tanta conferencia, ¿corre el riesgo de repetirse?

Tengo la suerte de cansarme de mi mismo. Y eso me hace reiniciarme a menudo. Si un gag deja de hacerme gracia, ya no lo hago más: si no me gusta a mí, no espero que le guste a los demás.

Lo cierto es que creo contenidos regularmente. Tras el tercer libro ya estoy pensando en el cuarto. Además, como provengo del mundo de la empresa, me gusta entender lo que necesitan quienes me contratan. Así que siempre propongo una reunión de briefing con mis clientes y es ahí donde me intereso por lo que necesitan, ya sean más contenidos, o más entretenimiento, o teoría o práctica. A medida que hablamos voy pensando en el concepto. Pero nunca repito la misma conferencia, a menos que me lo pidan expresamente. Me gusta adaptarme a cada necesidad.

¿Su audiencia le da feedback de lo que escucha en esas charlas?

Hay muchas personas que contactan conmigo tras las formaciones. Hoy en día las redes sociales lo hacen posible. Así que me envían sus comentarios. Y me gusta mucho ser accesible. En todos mis libros comparto mi dirección de correo electrónico y valoro mucho esos feedbacks. Lo que más sentido da a mi trabajo es que alguien me diga que lo que le he enseñado en cierto momento le ha servido para avanzar. Esa sí que es mi definición de éxito. Aunque hay algo que lo supera.

Lo que más sentido da a mi trabajo es que alguien me diga que lo que le he enseñado en cierto momento le ha servido para avanzar. Esa sí que es mi definición de éxito

¿Y es?

Cuando tiempo después de una charla profesional una persona del público se pone en contacto conmigo y me dice que lo que le dije le ha ayudado a mejorar su relación con su pareja, o sus hijos, o para él mismo a nivel personal. Eso me pone la piel de gallina.

¿Se ha encontrado con algún caso imposible de resolver?

Trabajando con empresas creo que no. Pero también trabajo con personas a título particular, porque me gusta hacer de sherpa, es decir: acompañarlos, escucharlos, empujarlos o cargar con ellos si lo necesitan. Y a veces me encuentro con personas a las que no me es posible ayudar.

Yo trabajo en cuestiones de motivación y acción. Pero cuando se trata de una necesidad de introspección profunda, la derivo a otros profesionales como psicólogos y coaches de confianza.

Como sherpa, ¿qué opina de la salida a la situación actual? ¿Cuánto tardaremos en salir de este bache?

Yo creo que esto todavía empeorará y que nos dirigimos a un confinamiento más estricto. Como dicen los americanos, hay que provocar un cortocircuito en el virus, o esto no se solucionará. Y tanto para la salud como para la economía, hay que hacer que sea corto, pero intenso.

Espero que podamos mantener abiertas las escuelas, por lo menos. Porque la gente va a volver al teletrabajo y, para quien tiene hijos, sería bueno que los niños estuvieran en la escuela. Pero en general creo que estaremos más preparados. Recuerde que ya lo logramos en marzo: cerramos las empresas y nos fuimos a teletrabajar a casa, sin ninguna costumbre, ni conocimiento, ni equipo… Pero con los niños en casa.

Como dicen los americanos, hay que provocar un cortocircuito en el virus, o esto no se solucionará. Y tanto para la salud como para la economía, hay que hacer que sea corto, pero intenso

¿Qué es lo que está preparando actualmente? (si puede saberse)

Unas formaciones para empresas. Son privadas, pero también estoy preparando algo para hacer en abierto al público en enero. Mi equipo es muy potente y me ayuda a llevar bien la agenda, tanto de proyectos como de comunicaciones.

Además, en enero arrancaremos un proyecto inédito en España, que mezclará la producción televisiva, los contenidos de negocio y la emisión a través de redes sociales. Creo que la riqueza está en la combinación de medios, porque aunque la televisión no está muerta, la multicanalidad le dará potencia.

Nos resume su trayectoria profesional en dos fases. En la primera, se forma en Ingeniería Informática y ficha por el Deutsche Bank, entidad a la que dedica 15 años siguiendo una prominente carrera como consultor tecnológico de banca internacional. Uno de sus logros más significativos fue en 2008, cuando lideró la apertura de la filial tecnológica del banco en Nueva York. Pero Lluís llegó al lugar adecuado en el momento incorrecto: la crisis bursátil de ese año hizo que el proyecto se volviera inviable y que tuviera que cambiar sus perspectivas profesionales.

La reorientación le llevó a su segunda fase, la actual: aprovechando su pasión por la enseñanza y su colaboración con ESADE, decidió tomarse una pausa para crear sus propios conocimientos y comenzar a compartirlos. Aunque hubo quien le cuestionó si aquel iba a ser su mejor movimiento, decidió crearse sus propias etiquetas y aplicar lo que ha ido enseñando. Comenzó a dar conferencias sobre personas y equipos. Luego seminarios y formaciones. Más tarde arrancó con consultoría y con la publicación de tres libros. Actualmente es uno de los 10 conferenciantes más importantes en habla hispana sobre motivación y desarrollo profesional. Prefiere ser denominado “consultor” o “sherpa” antes que “coach”.

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