Rafael Barba

Director General de Mutuam

Servicios para gente mayor

“La gente mayor es un colectivo a tener en cuenta económicamente”

La esperanza de vida se ha ido alargando estas últimas décadas. Así, pues, el servicio a la gente mayor está creciendo y, por ello, deben crearse nuevos servicios.
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El espectacular aumento de la esperanza y calidad de vida de estas últimas décadas, unido a otros factores socio-culturales, han propiciado que las entidades mutuales hayan tenido que replantear su estrategia para ponerlas más acorde con los nuevos tiempos. El dilema entre ingresar al abuelo en la residencia o mantenerlo en casa ha sido superado por otros retos más ambiciosos, en los que el colectivo de gente mayor tiene un peso cada vez creciente. Rafael Barba, director general de Mutuam, nos habla sobre estos temas. 

“La esperanza de vida ha ido alargándose extraordinariamente estas últimas décadas y esto ha comportado también una calidad de vida notable. Así, pues, el servicio a la gente mayor está creciendo y por ello deben crearse nuevos servicios debidos a las nuevas demandas existentes”
“Existe aún cierta reticencia de la gente a ir a una residencia, pero hay que cambiar esta visión: mucha gente mayor está mejor atendida en una residencia que en casa. Asimismo, la atención domiciliaria está muy bien reconocida y se ha hecho un salto de calidad muy grande en estos últimos años” 
“El concepto de residencia para la gente mayor ha ido cambiando con los años y hoy, como le decía, vivimos más años, con más salud y, lo más importante, con mayor vitalidad. Lo que significa una mayor independencia”

¿Qué cree que se mantiene de lo que fue en sus orígenes Mutuam?
Creo que no debemos olvidar aquello que movió a la creación de las mutuas: el hecho de cubrir las necesidades sociales de la sociedad en una época en que eran muy precarias o no existían. Con los años y la evolución, creo que lo que queda hoy es el hecho de que son entidades sin ánimo de lucro.

El hecho de que los mutualistas también son propietarios. 
Sí. El sistema de propietario-cliente es el que funciona en este sector y por ello tiene que haber un equilibrio entre las necesidades de las personas, aquello que se puede ofrecer y aquel ajuste que resulta imprescindible para ofrecer soluciones.

Su producto también debe ir evolucionando, ¿cuál es la tasa de crecimiento de Mutuam?
Nosotros estamos muy centrados en los servicios de dependencia y crecemos sobre el 10% anual. Ello obedece a diversos factores, el principal de los cuales es una esperanza de vida que ha ido alargándose extraordinariamente estas últimas décadas y que lleva, más o menos pareja, también, una calidad de vida notable. Así, pues, el servicio a la gente mayor está creciendo y por ello deben crearse nuevos servicios debidos a las nuevas demandas existentes.

¿Algo más a tener en cuenta?
 Sí, hay un factor que debemos tener en cuenta y que no lo resolvemos las mutuas: debe haber una concienciación más grande por parte de la sociedad del aumento de gente mayor, de que nos estamos convirtiendo en una sociedad progresivamente más envejecida.   

¿Qué porcentaje de capital privado tiene una mutua?
Como entidad de previsión y aseguradora, las mutuas básicamente trabajan para el mercado en general. Pero en Cataluña, hay la tradición de que algunas mutuas han desarrollado una gestión del servicio para el sector público, así que trabajamos bastante para este sector. En el campo de la dependencia, sin embargo, la mayoría de centros residenciales son privados.

Aún así, siempre se dice que faltan plazas residenciales para gente mayor.
Es así, pero cada vez faltan menos. Existe una evolución y cada vez hay más plazas de más calidad y mejor servicio. Además, existe la resistencia de la gente a ir a una residencia, pero pasa con todo, hay que cambiar determinadas ideas anticuadas y ser conscientes de que hay gente mayor que está mejor atendida en una residencia que en casa. Asimismo, la atención domiciliaria está muy bien reconocida, se ha hecho un salto de calidad muy grande y está dando resultados muy positivos, ya que el paciente sigue estando en casa y mejor atendido.

Pasemos al tema esencial: el económico. Las pensiones no son muy generosas y pagar determinadas cuotas puede resultar difícil. 
Sí, estoy de acuerdo en que es un tema que aún hay que mejorar. Puedo decirle que en comparación con otros países, las cuotas se pueden asumir, y los costes no son demasiado elevados. Ahora bien, sí es cierto que por lo que se refiere al tema de la dependencia, existe una parte de la pensión que debe sufragar los costes generales, y es lógico, porque una persona que vive en una residencia no tiene que asumir ciertos costes.

Entonces, una cosa compensa a la otra.
Sí, pienso que hay un equilibrio. No olvidemos además que, hasta ahora, el sistema público sólo cubría una parte. Progresivamente, el sistema se ha ido universalizando, pero aún debe mejorarse este tema. 

Analicémoslo desde otro punto de vista. Desde diversas perspectivas, la gente mayor ya constituye un buen target.
La sociedad en general debe tener actividades de ocio y culturales y, a su vez, servicios de consumo para la gente una vez finalizada su trayectoria profesional. Esta vitalidad añadida ha favorecido la creación de un montón de servicios (aulas universitarias, viajes, actividades) que favorecen, precisamente, el hecho de que el colectivo de gente mayor aporta mucho a la sociedad.

En estos últimos años, además, parece que el concepto de gente mayor se va ampliando. 
Sí, esto está cambiando porque posiblemente la edad de jubilación cambiará. Ya se está hablando de ello y se dice que, por lo menos, se alargará cinco años. Los motivos son claros: el coste de las pensiones. Como entidad, a nosotros nos interesa este aspecto, claro está. 

Y aparte de este aspecto, ¿cuál cree que será el futuro más inmediato de las mutuas? 
Creo que todo lo que es atención domiciliaria y centros de día tendrá un crecimiento. También el aumento de la construcción de viviendas con servicios, gente que vivirá en un entorno protegido, con una supervisión.

Las residencias, pues, ¿perderán status?
Serán otras variantes que el tiempo irá definiendo. El concepto de residencia para la gente mayor ha ido cambiando con los años y hoy, como le decía, vivimos más años, con más salud y, lo más importante, con mayor vitalidad. Lo que significa una mayor independencia. Creo que el modelo de los próximos años, pues, se acerca más a lo que le comentaba: apartamentos independientes con una supervisión.

Hemos hablado de lo básico. Pasemos al hecho de cómo podemos llenar estos años.
En este sentido, creemos que debemos hacer aportaciones en dos líneas. Una, es obviamente la de fomentar la vejez de un modo activo, un aspecto que en los últimos años ha conocido un crecimiento extraordinario. La otra, es la de promocionar aquellas actividades que contribuyan a la prevención de esos aspectos muy relacionados a la vejez, como es el tema de la memoria. Al respecto se organizan muchos talleres que favorecen el desarrollo mental para mantener el cerebro en funcionamiento. 

Existe la idea de que nosotros vamos atrasados respecto a otros países.
Sí, es verdad que se dice, pero las diferencias han ido diminuyendo en estos últimos años. De hecho, los nórdicos hace más tiempo que se dedican a estos temas y, por lo tanto, tienen más experiencia. Son países más ricos y han utilizado mejor sus recursos, además de la riqueza cultural que tienen. Pero, como le decía, las diferencias se van acortando.

 

Rafael Barba está licenciado en Ciencias Empresariales por ESADE. Pronto empezó a trabajar en el sector de la salud, concretamente en el Hospital de Sant Pau de Barcelona. Ha estado vinculado, prácticamente toda su vida, a los sectores sociales y de sanidad: Formó parte de la gerencia del Hospital del Mar y Mútua de Terrassa y, actualmente, es el director general de Mutuam.

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