Rafael Amargo

Bailarín

“La cuestión es mirar siempre para adelante”

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Sorpenderá a más de un lector que uno de los invitados al Feedback Today de esta edición sea el reconocido bailarín Rafael Amargo, pero lo cierto es que el arte, sea cual sea, ya no es aquel mundo aislado, con sus arranques de genialidad más propios del romanticismo más exacerbados que no de la era de la tecnología, sino que tiene que convivir necesariamente con la realidad del día a día. Hoy descubriremos un Rafael Amargo polifacético, empresario, con inquietudes e intereses.

“Si, es cierto que con la crisis, los artistas también lo hemos notado, pero la cuestión es mirar para adelante, buscar la manera de poder hacer espectáculos que sean atractivos y que puedan interesar al público”.

“El baile y el vino poseen raíces comunes: ambos mundos van muy ligados a la tierra, al espíritu que de ella emana, al flamenco y la cultura en general, que en el fondo, van siempre de la mano”.

“Habría que incentivar más el mecenazgo en temas culturales, para que pasara algo similar a los Estados Unidos o en Francia, donde hay inversión privada en arte y se obtienen exenciones fiscales”.

Tras dos décadas en Madrid, va usted y en lugar de volver a Andalucía, se instala en la Ciudad Condal.
Sí, surgió así. Quizás fuera para tener algo más de vida privada, porque en Madrid, con tanta vida social, uno acaba realmente agobiado. Pero en definitiva, los artistas paramos poco en un mismo sitio. Más adelante, me espera Argentina, luego China, luego volveré para aca, ya ve.

Y a pesar de estar metido de lleno en el arte y todo lo que rodea a este mundo, acaba de protagonizar el lanzamiento de una aplicación online para la empresa Vins i Licors Grau… ¿cómo fue eso?
Mira, últimamente, no sé que pasa que se está acrecentando mi afinidad con el mundo del vino. Hace unas semanas, por ejemplo, estuve en Valladolid, apadrinando un Ribera del Duero con nombre de paso de baile, Rondellá, inspirado en la gran Mariemma, y poco tiempo atrás estuve en Sant Sadurní d’Anoia, cuando me hicieron cofrade del cava.

Y veo que además de esta aplicación de la web online de Vins i Licors Grau, creo que está en otros proyectos internacionales, ¿no?
Sí, pronto estaré siendo la cara de un nuevo medio socio-periodísitico en la República Dominicana. También trabajo en un programa en Canal América de Argentina, pero todo ello sin olvidar mis proyectos profesionales de baile. Ya estoy preparando mi regreso al Casino de Barcelona con el Burlesque. Pero es que la idea es esa. Aprovechar al máximo las posibilidades que te vas encontrando para sacar lo mejor de ti.

¿Y le ha sido muy difícil hoy, hacernos la selección de los dos vinos y el cava que nos ha propuesto para la presentación?
Bueno, lo cierto es que me he estado un buen rato analizando la información que hay de cada uno de ellos, y con un poco de asesoramiento de los expertos de Grau, al final creo que ha sido una buena elección.

De hecho parece que hay algunas sinergias entre el mundo del baile flamenco y el del vino…
Bueno, yo creo que tenemos raíces comunes: ambos mundos van muy ligados a la tierra, al espíritu que de ella emana, al flamenco y la cultura en general, que en el fondo, van siempre de la mano. Y el vino es un arte, es cultura, es el saber hacer las cosas.

De hecho, si lo pensamos, no es el único: muchos artistas se han pasado definitivamente al mundo del vino creando su propia bodega. Mire a Lluís Llach, por ejemplo. O futbolistas como Iniesta o Laudrup…
O mi amigo Imanol Arias, sin ir más lejos. De hecho, me gustaría intentarlo, y creo que además que ya sé cual sería el lugar idóneo para hacerlo. En la Ribera del Duero, en Castilla-León, donde se respira una paz y un sosiego enormes, que no encuentras en las grandes ciudades ni el alboroto del mundo del espectáculo.

¿Y esto sería a largo plazo? ¿Empezar de aquí a unos años?
Bueno, sería un proyecto para ir empezando ahora, como un hobby, una afición. Y con los años, ir incrementando la dedicación a partir del instante en que, profesionalmente vaya teniendo más tiempo.

O sea que tarde o temprano, nos abandonará. ¿Tan mal le hemos tratado los catalanes para irse de viticultor por tierras castellanas?
(risas)  No, no, que va. Los catalanes me han robado el corazón. Es un pueblo al que cuesta conquistar, no nos vamos a engañar, pero una vez lo consigues, no te abandonan. Me quieren y les quiero. Además, lo de las bodegas creo que va para largo…

Con esto de la crisis, vosotros, los artistas también habréis notado un bajón en vuestros espectáculos y en los presupuestos de las instituciones…
Mire, en esto de las subvenciones, cuando llueve, lo hace para todos, y sí es verdad que han menguado bastante, pero la cuestión es mirar para adelante, buscar la manera de poder hacer espectáculos que sean atractivos y que puedan interesar al público.

Como el “Enramblao”, que creo que lleva ya dos entregas…
Pues si. Estrenamos en el Tívoli de Barcelona hace casi diez años, en marzo de 2003. Formaba parte del espectáculo d’El Amor Brujo. Pero la cosa tuvo éxito, decidí convertirla en algo independiente y la pusimos en el repertorio. Tuvimos una segunda parte, y ahora estoy preparando la tercera, Enramblao 3, que será aún de corte más urbano. Pero esta la estrenaremos en la próxima temporada.

Volviendo al tema de las subvenciones, un modo de incentivar todo esto sería modificar la Ley de Mecenazgo, para que la iniciativa privada viera más atractiva la inversión en temas de cultura…
Bueno, que es lo que pasa en los Estados Unidos, con el American Ballet Theatre, o en Francia con el Ballet de la Opera de París, que obtienen su presupuesto sobre todo de la inversión privada, de mecenas que por su parte, obtienen exenciones fiscales con ello.

Vaja, le veo muy concienciado al respecto. ¿Quizá más adelante le pueda atraer la política?
No, no ni hablar. Puedo tener mis simpatías por alguna tendencia más que por otras, como todo el mundo, pero soy muy, pero que muy políticamente incorrecto, así que… no.

 

Nacido en Valderrubio, Granada, en 1975 como Jesús Rafael García Hernández, Rafael Amargo no es sólo un conocedor de las esencias más puras del flamenco sinó que también ha tenido la habilidad de asimilar otras tendencias coreográficas muy cercanas al baile contemporáneo. Admirador de Antonio Gades y reivindicador de la compañía de baile, Amargo ha obtenido numerosos premios, incluyendo cuatro Max de las Artes Escénicas. En estos últimos años ha participado en numerosos espectáculos siempre buscando la innovación y la transversalidad con otras disciplinas artísticas.

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