Carlos Ticó

Director general de Serena Mail

Emails con validez legal

“Era necesario que se certificara en el tiempo el contenido de un email”

SerenaMail ha creado Evidence, un servicio de certificación de correos electrónicos con validez legal.
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Hace más de 40 años, un tal Ray Tomlinson se envió a si mismo el primer correo electrónico de la historia. Lo hizo a través de Arpanet, una red precursora del actual internet. Hoy se calcula que se envían cada día más de 300.000 millones de e-mails, a razón de 3,4 millones por segundo. Su fuerza, es pues, innegable. Pero la ley, siempre por detrás de la sociedad aún no otorga la fuerza probatoria suficiente en caso de un proceso legal. Carlos Ticó, director general de SerenaMail nos presenta el Evidence, un método que permite acreditar en el tiempo el contenido y el envío de un correo sin que lo sepa el destinatario. Hablamos con él para que nos lo explique. 

el Evidence se avanza a algo que ya debería existir: un método que certifica en el tiempo el contenido de un email, incluidos los documentos adjuntos, sin conocimiento ni intervención alguna del destinatario”
 
“Los burofax online están bien cuando hay constancia de una pérdida de confianza, pero no en casos que pueden ser importantes en el futuro para aquel que envía y aquel que recibe. Aquí es donde entra el Evidence”
 
“Con el Evidence, supe desde el primer momento que era un producto que había que poner asequible en precio, pues aquí es dónde reside el éxito: en la gran cantidad de personas que lo pueden llegar a utilizar”
 
Parece que en pocos días, se han convertido en objeto de deseo: les llueven las altas de clientes…
Sí, ha sido espectacular ver como tras una primera aparición en prensa diaria, ha habido casi dos millares de inscripciones de alta en el servicio. Y sí, ya algunas altas de pago. 
 
¿Hay pues dos versiones del Evidence? 
Sí, el Evidence permite enviar hasta 50 eEvids al año (que es como llamamos a los  emails bajo este sistema) sin coste alguno. A partir de ahí, hay licencias que son de pago cuando lo que se busca un uso ilimitado del servicio, mantener en la nube copia permanente e ilimitada de todos los emails y archivos certificados o certificar también los emails que recibimos. En cuanto a las tarifas, el modelo es muy simple ya que establece una tarifa plana anual en función del número de usuarios que vayan a utilizar el servicio: hasta 10, hasta 50 más de 50 usuarios.
 
La gran novedad de los eEvids es que queda una certificación de que se ha enviado y el destinatario lo ha recibido.
Sí, para encontrar un símil cercano, es como el concepto de burofax: es decir, uno envía un documento y tiene constancia de la recepción del mismo. Por supuesto, en los últimos años, se han desarrollado multitud de alternativas online al burofax: Certimail, Mailcertificado, y otros, pero en realidad el Evidence no es una de ellas ni persigue ese objetivo. 
 
¿Ah no?
No. Los burofax online están bien cuando ya es evidente pérdida de confianza entre una y otra parte, pero no para la mayoría de las comunicaciones diarias cuyo contenido puede ser necesario acreditar en el futuro. 
 
O sea, el destinatario no sabe que hay constancia de certificación en ese mail
Esa es exactamente la diferencia. El Evidence es un método que certifica en el tiempo el contenido de un email, incluidos los documentos adjuntos, sin conocimiento ni intervención alguna del destinatario.
 
Y técnicamente, ¿cómo funciona esto? 
Lo que consigue el método Evidence es que el email que se envía de A a B pase antes por el servicio, en donde se certifica. A partir de aquí, aplicamos algoritmos de criptografia standards, adoptamos el standard PDF como base documental y finalmente garantizamos la integridad de todo el proceso y de los documentos resultantes mediante un proceso de firmado digital con marca de hora de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre
 
¿Y cómo nació esa idea?
Hace poco mas de un año, un amigo mío, abogado, me explicó un caso: el de un publicista, un creativo, que trataba de reclamar derechos de propiedad intelectual sobre una campaña que, tras ser desestimada por el cliente, él vio, con el lógico estupor,que se había utilizado sin su participación. Sólo tenía el envio de un Power Point por email, y no había manera de demostrar que aquel destinatario lo había recibido.
 
¿Y qué pasó?
Aunque pueda parecer ilógico, ni siquiera llegó a presentar demanda, básicamente porque la ley no se hubiera puesto de su lado. Así que a partir de aquí, este amigo mío abogado me dijo si era posible certificar el contenido de un email sin que lo supiera el destinatario.
 
Y empezó a dar vueltas al tema
Pues si. Y cuando nos volvimos a ver, hace cosa de un año, le hablé de lo que terminaría siendo el Evidence, y de los eEvids. Tardamos un año en desarrollar y perfeccionar el método, incluida la presentación de una solicitud de patente europea: el launching del producto tuvo lugar el 16 de  enero pasado.
 
Debe ser algo tan novedoso que supongo que aún no habrá sido utilizado en ninguna sentencia…
Claro. De entrada, ya hemos iniciado los trámites para solicitar una patente europea, y estamos trabajando con el Departamento de Derecho Probatorio de una Universidad para que se de un dictamen de la validez probática del Evidence, es decir, que se pueda otorgar peso específico a la confirmación de entrega de emails por parte de los servidores de correo de los destinatarios. De todas formas, la legislación actual es tan pobre en este campo que no queremos caer en el ostracismo de adaptarnos a algo que simplemente no existe: estamos convencidos que serán los miles de usuarios del Evidence los que terminarán otorgando a un eEvid la fuerza probatoria que ellos quieran darle, aquí y en cualquier parte del mundo.
 
Veo que su plan de negocio ha sido crear un primer nivel gratuito y tarifas de mayor uso realmente baratas…
El Evidence nace realmente con una misión muy simple y al mismo tiempo ambiciosa: Contribuir a la sociedad de la información con un método simple y gratuito por el que un email y su contenido pasen a ser irrevocablemente admitidos como evidencia en un tribunal de justicia. Desde el primer momento supe que era un producto que había que poner asequible en precio, pues aquí es dónde reside el éxito: en la gran cantidad de personas que lo pueden llegar a utilizar. La licencia gratuita de nuestro modelo freemium deberia satisfacer las necesidades del 85% de los usuarios, y por tanto, la base del negocio debe recaer sobre ese 15% restante.
 
¿Tiene números concretos en la cabeza?
Sí. Mire, en el mundo hay casi 2.000 millones de usuarios del correo electrónico. Supongamos que en 3 años lleguemos al 0,025 % de ellos, tanto si son particulares como empresas. Esto son unos 450.000 usuarios, de los cuales estimamos que un 15% van a querer hacer uso de las funciones avanzadas incluidas en las licencias de pago por suscripción. Esto sitúa nuestro objetivo a 3 años en unos 70.000 usuarios de pago, en un universo global amplísimo que justifica el riesgo y esfuerzo de intentarlo.
 
Y además, creo que ya han empezado a tener clientes de pago
Sí, uno de los primeros, por cierto, fue un gestor de inversiones. Parece que un cliente le había pedido ciertos apaños en las facturas y en su respuesta, por un eEvid, dejaba claro que no iba a “caer en irregularidades”… Luego están los administradores concursales, a raíz de la nueva Ley sobre la materia que les obliga a acreditar sus comunicaciones email. Ni siquiera nosotros somos capaces de enumerar la lista de motivos para contratar y utilizar el Evidence.
 
Al margen de Evidence, su compañía, SerenaMail, tiene entre sus clientes a empresas conocidas que le han confiado su seguridad en la red…
Sí, trabajamos para empresas como Mango, Asepeyo o Damm, pero también para empresas pequeñas, filtrando todo el correo que reciben para bloquear los ataques de spam y malware en general. Sólo por dar un dato, gestionamos más de 4 millones de mails al día, de los que de media un 85% es spam o correo no legítimo, que bloqueamos evitando que lleguen al destinatario.
 
El éxito puede que tiente a algunos peces gordos para que les hagan ofertas..
No es algo que esté en nuestra mente ni jamás hemos trabajado con este objetivo. Llevamos más de 10 años en esto y aún nos queda mucho camino por recorrer en el que confiamos seguir innovando como con el Evidence. Además, yo me lo paso muy bien.
 

 

Nacido hace 45 años en Barcelona, Carlos Ticó se formó en Marketing y Dirección de Empresas, aunque siempre supo que en la tecnología iba a formar parte de su futuro. Tras un par de años en Filadelfia, en los que empezó a familiarizarse con internet, regresó a Barcelona, donde una primera iniciativa empresarial se vio precozmente frustrada por la prematura muerte de su hermano y socio. Hace diez años nació su actual compañía, especializada en temas de seguridad informática. Hoy ha dado la diana con su nuevo producto Evidence.  
 

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