Nunca como ahora se había hablado tanto de emprendeduría. Por todas partes aparecen gurús con sistemas infalibles para que cualquiera se haga rico sin apenas esfuerzo ni tiempo. Ante esa falacia, el mejor remedio es el sentido común. Y, en esto, la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid lleva cuatro décadas de experiencia. Hoy hablamos con su presidenta, Sandra Cerrada.
Para empezar con la entrevista, ¿por qué no nos cuenta lo que es AJE Madrid?
La Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid es una organización fundada en 1984 por grandes empresarios como Pepe Barroso (dueño y CEO de Don Algodón) con el objetivo de impulsar el movimiento empresarial juvenil.
Cuarenta años después, en la actual ejecutiva, mantenemos los mismos principios de los fundadores: apoyar el emprendimiento en la región de Madrid a través de eventos, fundamentalmente de networking, con los que facilitamos el contacto entre asociados, clientes, colaboradores y proveedores. También realizamos jornadas formativas e informativas. Por ejemplo, una de las más recientes ha sido sobre las recientes medidas de Tarifa Cero o de Mercado Abierto, que lanzó la Comunidad de Madrid.
Nuestra actividad se basa en apoyar el emprendimiento en la región de Madrid a través de eventos y encuentros de negocios
Y acompañan a sus asociados en sus proyectos.
En efecto: a las personas que deseen emprender por primera vez les ofrecemos unas mentorías individuales en las que les damos pautas sobre lo que necesitan saber. Y a las empresas más consolidadas que quieran hacer un plan de crecimiento o que busquen financiación, les acercamos una red de colaboradores y proveedores financieros que les orientan en el camino y les agilizan los trámites.
¿Cuántos asociados tiene AJE, actualmente?
Somos unos 400. En 2023 lanzamos una tarifa de 89,90 euros anuales, enfocada a emprendedores muy jóvenes o que se encuentran en estado de “semilla”. Pensamos que había que democratizar el acceso a una asociación en la que pueden encontrar un montón de servicios y asesoramiento.
Desde hace un tiempo estamos trabajando para triplicar el número de asociados, pero la pandemia nos afectó muy duramente.
Desde hace un tiempo estamos trabajando para triplicar el número de asociados, pero la pandemia nos afectó muy duramente
¿Cree que este es un buen momento para emprender?
Sí lo es. Primero, porque la nuestra es una de las generaciones mejor formadas de la historia. Pero luego está el hecho de que si trabajas por cuenta ajena y deseas una mejora salarial o más conciliación familiar, es imposible lograrlo si no es emprendiendo.
La nuestra es una de las generaciones mejor formadas de la historia
Los datos dicen que cada vez hay más jóvenes emprendedores, que comienzan a edades tan tempranas como los 25 años, porque tienen la inquietud o porque están familiarizados con el concepto de la emprendeduría. Al final, se trata de luchar un poco contra una creencia que arrastramos desde el tiempo de nuestros abuelos, o incluso de más atrás, que es la de que ante todo hay que buscar la estabilidad laboral. Creo que poco a poco esto irá cambiando.
Debemos luchar contra la creencia de que ante todo hay que buscar la estabilidad laboral
Las leyes están dando un papel cada vez más relevante a los nuevos emprendimientos.
En efecto. En 2023 entró en vigor la ley de la startup y que estipula lo que son este tipo de emprendimientos. En general, son empresas que no llegan a los cinco años de antigüedad, con una facturación que no supera determinado nivel y que cuentan con un componente fundamentalmente tecnológico. Cuando tú consideras que tu empresa reúne esas condiciones, puedes ir a pedir la validación de ENISA y adquieres unos beneficios fiscales mejores que los de las empresas convencionales.
¿Cuál cree que es la mayor preocupación de los jóvenes empresarios actuales?
Les preocupa mucho fallar o fracasar. Sienten miedo. Y aunque contamos con muy buenas medidas y apoyos desde el gobierno regional, lo que más debemos trabajar es el foro interno, la mentalidad… El emprendedor siente vértigo cuando ve que debe salir de la zona de confort sin el respaldo económico o familiar necesario.
Lo que nosotros hacemos es crear una red de contactos y ofrecérsela para que no se sientan solos. Son muchos los jóvenes que, cuando les dicen a sus familias que quieren emprender, se encuentran con una reacción negativa… Al fin y al cabo, la familia considera que ha invertido mucho en el joven y que ahora no puede arriesgarse a perderlo todo. El emprendedor se siente incomprendido.
El emprendedor siente vértigo cuando ve que debe salir de la zona de confort sin el respaldo económico o familiar necesario
Caramba.
Pero también tenemos a emprendedores que vienen de otros países, principalmente latinoamericanos, y que se encuentran solos y sin familia una vez llegan aquí. Nosotros tratamos de arroparlos.
¿Cualquiera puede ser emprendedor?
Creo que cualquiera puede emprender. Pero es cierto que hay que hacerlo con mucha cabeza. Con conocimiento. Y valorando y sopesando los pros y los contras de las cosas. Actualmente se está vendiendo un emprendimiento idealizado que es falso, basado en los grandes gurús y en lo que se hace supuestamente en el Silicon Valley. Creo que nosotros debemos acercar un concepto más llano y realista de la emprendeduría a la gente. Al menos, eso es lo que intentamos hacer desde AJE Madrid.
Actualmente se está vendiendo un emprendimiento idealizado que es falso, basado en los grandes gurús y en lo que se hace supuestamente en el Silicon Valley
¿Tiene AJE relaciones con otras entidades parecidas?
Así es. Una de las líneas de colaboración por las que más apuesto personalmente es la del emprendimiento femenino. Creo que las mujeres no siempre valoramos del todo nuestra propia capacidad emprendedora y que somos las primeras en ponernos límites. Así pues, nos hemos hermanado con ASEME, la Asociación de Mujeres Empresarias, para crear una confederación más ambiciosa. Además, también estamos bajo el paraguas de la CEIM (Confederación Empresarial de Madrid – CEOE) y mantenemos relación con otras entidades.
Creo que las mujeres no siempre valoramos del todo nuestra propia capacidad emprendedora y que somos las primeras en ponernos límites
Hablando de lo cual, ¿cree que las mujeres emprendedoras tienen más obstáculos que los hombres emprendedores?
En el campo del emprendimiento creo que estamos llegando a la paridad. Pero como le decía antes, muchas veces somos nosotras mismas las que nos ponemos límites. Estamos muy capacitadas para dirigir empresas y para ser empresarias, y nos tenemos que valorar más. Lo esencial en cualquier emprendimiento es la seguridad en uno mismo, puesto que hay momentos buenos y malos.
La persona que emprende no puede pararse a disfrutar mucho de los éxitos, porque está buscando el siguiente hito que cumplir. Y si hay malos momentos, no debe hundirse, sino repetirse que es capaz de sacar las cosas adelante.
Lo esencial en cualquier emprendimiento es la seguridad en uno mismo, puesto que hay momentos buenos y malos
El año pasado se decretaron medidas de reducción de la jornada laboral. ¿Qué piensa de ellas?
Desde mi punto de vista, antes de convertir la medida en definitiva, yo la hubiera probado un poco más. Es decir: sé que se hizo una prueba piloto en Valencia durante un mes y que dio buenos resultados. Pero creo que ese es un periodo un poco corto como para recoger los datos necesarios. Yo hubiera mantenido el test durante seis meses más, antes de hacer un decreto para todo el mundo. Ahora estamos en un terreno desconocido y no sabemos exactamente cuál va a ser el resultado, si mejor o peor.
Por otra parte, yo vengo de ser opositora y me tomaba un día de descanso a la semana, y una semana al año de vacaciones. Siempre he pensado que si eres muy constante y puedes organizarte el trabajo de la manera que quieras, es fantástico. Pero esto no debería afectar al empresario ni a la productividad. Dicho de otro modo, el capital humano tiene que mimar a la empresa, del mismo modo en que el empresario debe mimar a los empleados.
Usted vivió en Estados Unidos. ¿Cómo es emprender ahí?
Estados Unidos tiene un entorno empresarial basado en la meritocracia. Allí tienen una cultura muy abierta y no tienen la necesidad de sostener a un funcionariado. Todo el mundo entiende que si tú trabajas para ti, o tienes trabajadores, no vas a descansar. Y en cuanto a los empleados, las vacaciones que tienen allí no tienen nada que ver con las que tenemos aquí. Tampoco el estado del bienestar del que aquí gozamos.
Yo creo que es importantísimo crear un estado del bienestar y entornos de trabajo propicios para los empleados. Pero también hay que tener contraprestaciones a ello. Debe ser un win to win, para que las cosas funciones.
¿Cómo valora su experiencia como presidenta de AJE Madrid? ¿Qué ha aprendido en este tiempo?
Yo me siento muy realizada personalmente, porque he aprendido mucho. Fundamentalmente, he descubierto que tengo una capacidad que desconocía para abarcar más responsabilidades y hacer muchas más cosas, bien hechas. He aprendido a organizarme muy bien el tiempo para sacar adelante los proyectos.
He aprendido a organizarme muy bien el tiempo para sacar adelante los proyectos
