Pere Pérez Ninou

Fundador y CEO de Metacampus

Navegar el mañana

“A las empresas ya no les importarán tus estudios. Solo tu actividad registrada en Blockchain”

La crisis y la IA nos acercan a una severa reestructuración laboral, advierte el fundador de Metacampus
1
4333

En los últimos meses, si no semanas, todos hemos oído hablar de Blockchain e inteligencia artificial sin entender demasiado las consecuencias de lo que nos van a traer. Parece difícil estar al día de todos estos temas, por la constante evolución que tienen. En Metacampus tienen un sistema para que profesionales y empresas puedan seguir actualizados de manera permanente.

Como profesional y emprendedor, usted ha surfeado diversas olas de la denominada revolución digital.

Así es. Soy un apasionado de la innovación y de todo lo que con ella se puede llegar a conseguir. Normalmente he trabajado en nuevas tecnologías y propuestas antes de que existiera una demanda en el mercado o se hubiera consolidado. Y es difícil: uno se tiene que crear la demanda y levantar proyectos y clientes tratando de explicarles el potencial de sus soluciones, allí donde se percibe el futuro, pero no el presente.

Normalmente he trabajado en nuevas tecnologías y propuestas antes de que existiera una demanda en el mercado

Vender el mañana nunca ha sido fácil.

En mi aventura anterior, “Vision”, tuvimos la suerte de navegar desde la actividad digital a la de la innovación y de contar con más de 100 personas en el equipo. Teníamos a clientes de todo el mundo y un 90% de la facturación provenía de servicios vinculados a la innovación. Como clientes teníamos a Apple, a Nike, al Banco Mundial… En España teníamos menos empresas: el presupuesto disponible aquí para la innovación es más pequeño.

Y antes de lanzar “Vision” había estado unos años en el Reino Unido.

Trabajé diez años para agencias digitales en Londres. En 2007 vendieron la empresa a Google y tomé la decisión de volver a Barcelona, para estar más cerca de mi familia. “Vision” fue un proyecto que nació en 2011 y que quería aprovechar la segunda oleada de la internet, cuando se estaban imponiendo la Web2 y la revolución de las interfaces en plataformas como Kickstarter.

¿Se considera un jinete solitario de la innovación, o busca un equipo con el que trabajar?

Soy emprendedor por naturaleza. Pero también soy muy consciente de que para que algo tenga éxito necesitas trabajar en equipo. Tienes que encontrar a personas que compartan tus objetivos y tu filosofía de vida, porque la innovación requiere una pasión y una curiosidad mental muy específicas… Hay que ser proactivos, nunca pasivos. En “Vision” juntamos a una serie de perfiles en un equipo humano que buscaba generar nuevas soluciones y trabajar en proyectos de elevado riesgo.

Soy emprendedor por naturaleza. Pero también soy muy consciente de que para que algo tenga éxito necesitas trabajar en equipo

¿Riesgo de qué tipo?

Me refiero a que los clientes nos pedían soluciones que nunca se habían intentado previamente. Pero las querían con garantías de que funcionaran a la primera. Al final uno se acostumbra a vivir con el riesgo. Y para lograrlo, necesitas rodearte de gente valiente y comprometida. Nunca dejamos a ningún cliente colgado, por difícil que fuera el reto.

¡Bien por ustedes! Y sus clientes, ¿repiten?

En “Vision” teníamos la filosofía de prestar servicios de innovación. Y, claro, eso hace que no existan fees de continuidad. Pero nuestra estrategia se basaba en crear partenariados basados en la confianza. Por eso nunca nos enfocábamos en una sola tecnología. Más bien, veíamos todo el abanico de posibilidades para proponer al cliente lo que le podía ser más útil en cada momento.

Cuando al fin te ganabas la confianza del cliente, lograbas que repitiera y que te adoptara como su partner de innovación.

Pero dijo que trabajaban mucho para agencias.

Eso fue al principio. De 2012 a 2016, si yo llamaba directamente a una gran marca para vender nuestros servicios nos remitían a hablar con su agencia creativa, con el intermediario, porque las marcas sentían que no estaban preparadas.

Pero llegó un momento en que comenzaron a crear sus propios departamentos de innovación. Y sus directores veían que los intermediarios no aportaban gran valor. Así que venían directamente a hablar con nosotros, las agencias productoras de innovación.

Y ahora llegamos a su proyecto actual, Metacampus. Suena a una mezcla de “escuela” y “Metaverso”.

Así es. El proyecto “Vision” siguió su camino, hasta que lo vendí al Grupo Mediapro. Allí me mantuve un tiempo como jefe de innovación, hasta que llegó la tercera oleada o revolución tecnológica, que es la actual, y que combina el Blockchain con la inteligencia artificial.

Esta es la que lo cambia todo.

Exactamente. Cambia los pilares estructurales de la sociedad, tanto en la parte económica como en la propiedad e identidad digital, o la misma cultura. Además, en esta etapa, la inteligencia artificial aporta una automatización que lleva aparejado un ritmo de aceleración que la gente no está preparada para asimilar.

Durante diez años, en “Vision” servíamos la innovación en bandeja a nuestros clientes. Pero ahora ya no había suficiente. Lo que había que hacer era ayudar a los profesionales a formarse de otra manera y a las empresas a descentralizar la innovación. Había que aportar otro mindset profesional distinto.

La inteligencia artificial aporta una automatización que lleva aparejado un ritmo de aceleración que la gente no está preparada para asimilar

De ahí Metacampus como iniciativa para la formación.

Y para el acompañamiento también. Yo he trabajado como profesor en distintas instituciones educativas, como ISDI, y llego a la conclusión de que estamos habituados a una formación pasiva y estática en el tiempo, de manera que aquellos cursos que realizas son obsoletos al cabo de tres meses. Además, veía que los estudiantes ya no hacían seguimiento de sus aprendizajes una vez terminaban el curso y tenían el diploma en el bolsillo… Pasaban de página.

Metacampus ofrece un modelo de formación continua que ayuda a adaptarse a esta situación de cambio constante. Lo que hoy es relevante ya no lo será dentro de seis meses, y hay que estar permanentemente al día de las cosas, de una manera muy práctica. Siempre digo que el Blockchain no se estudia, sino que se utiliza. Del mismo modo que nadie “estudia internet”, sino que se pone en práctica. Así es como se aprende.

Estamos habituados a una formación pasiva y estática en el tiempo, de manera que aquellos cursos que realizas son obsoletos al cabo de tres meses

Y el que no se actualiza, se queda fuera.

Algunos estudios indican que el 30% de la población activa europea no posee las habilidades digitales básicas. No es que no sepan utilizar el Chat GPT, sino que ni siquiera manejan lo más esencial. Y con la crisis económica que se nos viene encima, y el cambio que implicará la automatización de las actividades en el sector de los servicios, habrá una reestructuración muy importante de los puestos de trabajo.

Quien no sepa utilizar las herramientas para ser más productivo, tendrá un problema. Estamos a tiempo de resolverlo, pero eso requiere cambiar nuestra forma de pensar e incorporar estos conocimientos.

Algunos estudios indican que el 30% de la población activa europea no posee las habilidades digitales básicas

¿Tan grave es el cambio que se nos avecina?

Existen muchísimas tareas automatizables en las empresas actuales. Por ejemplo, mucha gente se dedica a imputar datos (o meterlos en un sistema). También está el trabajo de análisis, el de social media… Todos estos trabajos se podrán realizar de manera muy sencilla con la ayuda de la inteligencia artificial.

De ahí que el World Economic Forum prevea que, para 2030, un 50% de todos los trabajos actuales ya no existirán. Y se habrán reemplazado por la automatización. Esto significa unos mil doscientos millones de empleos.

El World Economic Forum prevé que, para 2030, un 50% de todos los trabajos actuales ya no existirán

Se crearán otros empleos nuevos, claro.

Se espera que, como ha sucedido en otros momentos de la historia, se generen otros nuevos empleos que puedan reemplazar a los antiguos. Pero la automatización genera una productividad mucho más rápida que nuestra capacidad de generar nuevos empleos y justificarlos como nuevos servicios.

Yo creo, más bien, que las empresas están a punto de pasar por una crisis y que, con la inteligencia artificial, encontrarán una oportunidad para reestructurar sus plantillas y reducir costes sin perder la productividad. Es un caramelo que ninguna corporación va a querer perderse. De ahí que empresas como la British Telecom haya anunciado que recortará 55.000 empleos en los próximos años, o IBM, que han dicho que eliminarán 7.800 puestos de trabajo. Y lo mismo están haciendo todas las plataformas tecnológicas.

Las empresas están a punto de pasar por una crisis y, con la inteligencia artificial, encontrarán una oportunidad para reestructurar sus plantillas y reducir costes sin perder la productividad

Todo pasa por la recolocación de estas personas.

Una anécdota reciente, y relevante, es que un periódico catalán dirigió una pregunta al Parlamento Europeo, interesándose por el desglose de una partida de 53 millones de euros. La respuesta fue que había 300 empleados públicos en modalidad de sabático indefinido, porque ahora ya no se aceptan las prejubilaciones.

Imagínese: a una media de 8.500 euros mensuales por persona, salía más a cuenta apartarles y pagarles el sueldo hasta que se jubilaran, que formarles en conocimientos digitales para que hicieran otra cosa… El coste del tiempo que tardarían en capacitarse, en comparación con el beneficio que podrían generar antes de retirarse, iba a ser enorme.

Increíble. Volviendo a Metacampus, ustedes ofrecen programas de suscripción, de aceleración… ¿En qué modalidades operan?

Ese es uno de nuestros grandes retos, sí. Hemos configurado nuestros programas para que todos los contenidos se puedan explicar muy bien y de manera transversal y clara. En el fondo, lo que ofrecemos es una especie de plataforma de tipo Netflix, donde tenemos más de 20 canales muy verticalizados: algunos están dedicados a sectores como la automoción y similares; otros a generar nuevos modelos de innovación, o a iniciar comunidades, o incluso los hay dedicados a la gestión del bienestar mental de las personas.

Y los usuarios, ¿de qué manera pueden acceder a ellos?

Hoy nos dirigimos tanto a profesionales a título individual, como a empresas. Para los profesionales, tenemos unas licencias que cuestan 250 euros y que dan acceso a 10 niveles de aprendizaje en los programas fast track y también tenemos programas de suscripción por 99 euros al mes.

A las empresas les ofrecemos paquetes especiales con múltiples licencias. Ahí también brindamos workshops personalizados para que el servicio sea un poco más premium y esos equipos puedan generar nuevos modelos de negocio dentro de la propia empresa, utilizando el Blockchain o la inteligencia artificial.

Con esos conocimientos la gente se actualiza.

Lo que hacemos más bien es guiarles en el proceso. Lo más normal es que la gente se sienta perdida, porque hay tantas cosas disponibles que nadie sabe por dónde comenzar y se sientan abrumados.

Nosotros impartimos muchas sesiones en directo para guiar a los estudiantes y acompañarlos. No solo les ofrecemos unos contenidos, sino que les damos un soporte real para instalar tal o cual software, o entender cómo se pueden hacer las transacciones. Incluso ofrecemos un servicio de orientación vocacional basado en la inteligencia artificial. Es algo parecido a los test psicotécnicos que se hacían años atrás.

Hay tantas cosas disponibles que nadie sabe por dónde comenzar y todos se sienten abrumados. De ahí que los acompañemos en la formación

¿Las empresas valoran que en el currículo de un candidato se diga que domina el Blockchain?

Dentro de dos años, a las empresas les va a importar muy poco lo que hayas estudiado. Solo buscarán la actividad que tú tengas registrada en Blockchain y en ese ecosistema. En nuestro caso, si alguien trabajó en inteligencia artificial hace 12 meses, ya no nos interesa. Porque los avances de los últimos seis meses se han comido todo el conocimiento anterior.  Mantenerse relevante y demostrar conocimiento es más importante que tener certificaciones.

Mantenerse relevante y demostrar conocimiento es más importante que tener certificaciones

Usted cuenta con inversores que han creído en ese proyecto…

Al principio hicimos una ronda de financiación y levantamos 1,5 millones de euros. Los pusimos a trabajar en Web3, entendiendo muy bien el cambio cultural y cómo se generan los nuevos modelos de negocio y las expectativas. También buscamos un modelo sostenible para hacer esa transición.

Por otra parte, contamos con el apoyo de un fondo holandés. Y ahora estamos en la fase de una segunda ronda de inversión. Uno de los grandes problemas en España es que se invierte poco y se arriesga menos. Aquí es difícil que la gente entienda el valor del ecosistema que estamos creando.

Uno de los grandes problemas en España es que se invierte poco y se arriesga menos

¿Cree usted que la inteligencia artificial se nos puede escapar de las manos y “exterminarnos”, como en las películas?

Así lo creo. Y cuando escuchas a los creadores de OpenAI y a muchos otros científicos, ves que su preocupación no está tanto en los empleos que se puedan destruir, sino en que no se produzca el suficiente control.

Por esta razón se explica la moratoria de la que ahora se está hablando. Tiene el objetivo de seguir investigando más sobre el Chat GPT 5 y en adelante, antes de desarrollarlo comercialmente. Hasta ahora se han logrado seis meses de pausa, porque es lo máximo que los CEO de las grandes corporaciones pueden justificar ante sus Consejos de Administración.

¿Y no cree que seguirán investigando de extranjis?

Creo que no. Ya existen antecedentes en cuanto a esto. Piense, por ejemplo, en el caso de la investigación sobre clonación humana. Se produjo un acuerdo global para cancelar el tema. Incluso una empresa intentó seguir por su cuenta en China, pero encarcelaron a su jefe.

A veces puede parecer mentira, pero cuando los grandes países se dan cuenta de que un problema puede terminar con todos a la vez, entonces se ponen de acuerdo y lo resuelven.

Cuando los grandes países se dan cuenta de que un problema puede terminar con todos a la vez, entonces se ponen de acuerdo y lo resuelven

Con más de un cuarto de siglo de experiencia en el mundo de la innovación, Pere Pérez Ninou se considera un emprendedor nato y un hombre curioso que gusta de juntarse con otras personas curiosas e inquietas. Durante la primera oleada de internet trabajó en Londres, dando servicio a diversas agencias digitales. A mediados de la década de los 2000 volvió a Barcelona y se estableció con un proyecto de éxito denominado “Vision”, con el que surfeó la segunda oleada de internet. Posteriormente, y tras vender el proyecto a Mediapro, decidió embarcarse en la tercera ola (la de la automatización, el Blockchain y la inteligencia artificial) desde Metacampus.

FER UN COMENTARI

Introduïu el vostre comentari.
Introduïu el vostre nom aquí

Feedback se reserva el derecho de revisar los comentarios y despublicar en caso de no ser apropiados.