Marina Granica

Directora Editorial de Granica

 Desde el humor de Dilbert hasta las claves de la estrategia empresarial

 "Publicar a autores españoles en el ámbito de la empresa es rentable”

 Granica está especializada en calendarios y agendas, libros de temática empresarial y de pensamiento
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 Granica lleva desde principios de 1970 publicando libros de temáticas diversas. Su evolución ha sido constante y natural. Actualmente centra gran parte de su negocio en la publicación de calendarios y agendas, línea editorial en la que son líderes desde hace quince años. Pero su punto fuerte son los libros de gerencia, aquellos que todos leemos aunque muchos lo hagan a escondidas. Divididas en tres colecciones: Management, Puente aéreo y Empresa Viva, encontramos obras cuyo aval es la frescura y la condensación de buenas ideas aplicables en nuestras profesiones. 

 
”Estamos vendiendo muy bien con autores nacionales. Esto nos ayuda a introducir firmas foráneas de nivel, como Peter Senge o Edward de Bono”

”Nuestra misión es que la gente conozca lo que está pasando en el mundo y que cuente con las herramientas para afrontar esa realidad tan cambiante”

”El mundo del libro es tremendamente complejo, se mueve mucho por las modas, aunque también sigue sus tradiciones”

”El 60% de nuestros autores son españoles, trabajamos con escuelas de negocios como EADA y Esade, con las que tenemos acuerdos de colaboración”

 

 

El Grupo Editorial Norma entró en el capital de Granica hace dos años ¿qué actividades engloba la editorial desde el comienzo de su nueva etapa?

Aquí actuamos como un grupo en el que hay tres editoriales: Parramón, Belaqua y Granica, junto con la empresa de edición digital Cargraphics. Todas estas empresas pertenecen a su vez a Grupo Editorial Norma, empresa colombiana filial del conglomerado empresarial Carvajal.

Ediciones Granica se fundó hace ahora 28 años en Barcelona, como prolongación de la Granica argentina, empresa creada por mi padre, Juan Garnica, a principios de 1970. Al principio, la editorial se dedicaba a libros de teatro, psicología, narrativa e historia, pero no tocaba para nada la temática de empresa.
 

Se trata de una editorial que siempre ha estado relacionada con su familia…

 

Sí, en mi caso empecé a trabajar en esta casa a los 13 años, durante un verano, y ya no he dejado de estar vinculada a ella. Mi hermano se volvió a Argentina y, por mi parte, hace doce años retomé la gestión de la editorial más directamente. Ahora mismo, Granica está especializada en calendarios y agendas, libros de temática empresarial y los de pensamiento. 

 

¿No son áreas demasiado distintas para un mismo gestor?

 

No, realmente podemos ser muy buenos en las tres divisiones de Granica sin ningún problema. En los libros de empresa, por ejemplo, contamos con autores como Peter Senge o Edward de Bono. Los calendarios y agendas son muy importantes para nosotros por tradición y volumen de negocio. Somos casi los únicos que estamos en este segmento del mercado. Lo empezamos en 1986 y es un mundo peculiar que hay que conocer para hacerlo bien.

 

Granica era muy buena en guías de viajes. ¿Por qué no siguen con este negocio?

 

Hace unos años dejamos de hacer guías de viajes, que era como una tercera división de la empresa, sobre todo a causa de la concurrencia con otros competidores. Es lo que pasa con los negocios maduros: en cuanto llevas unos años con lo mismo, vienen otros, te copian, aumenta la oferta y bajan los precios. Esta línea ya no existe, pero desde el 2000 hemos ido introduciendo nuevas colecciones de ciencia, pensamiento, mediación prejudicial, nuevas tecnologías y el humor de Dilbert, que nos mantienen muy entretenidos.

 

¿Cuál es la misión empresarial de Granica, aquello por lo que querría ser conocida?

 

Nuestro deseo es que la gente conozca lo que está pasando en el mundo y que cuente con las herramientas para afrontar esa realidad tan cambiante. Esto requiere soluciones globales, ya que obedecen a temas universales, y otras más locales. 

 

¿El mundo del libro no es, antes que nada, universal?

 

Depende. Nosotros, cuando estábamos unidos a Latinoamérica teníamos el problema de que los directores editoriales estaban allí, en Argentina, a miles de kilómetros de distancia. Aunque pueda parecer lo contrario, hay grandes diferencias entre ambos mundos en lo que respecta a los gustos y a los autores preferidos. Por ejemplo, con los libros norteamericanos de gestión se daba el caso de que lo que aquí te pide un distribuidor para un año es equivalente al pedido de una sola librería argentina en el mismo periodo.

 

¿A qué atribuye este fenómeno?

 

No sabemos por qué pasa esto, pero sí es un hecho constatado en los últimos años. El mundo del libro es tremendamente complejo, se mueve mucho por las modas, aunque también sigue sus tradiciones. En el caso que nos ocupa, es evidente que en Argentina están mucho más receptivos a los libros de gestión americanos.

 

¿Qué hizo Granica cuando vio que los libros americanos no funcionaban aquí?

 

Desde 1999, empezamos a buscar autores de aquí, de España. Es una tarea que ya ha dado sus frutos y creemos que aún los dará más en el futuro tanto para Granica, como para Grupo Editorial Norma, que necesitaba tener un pie aquí para acceder a los derechos de los autores importantes. Pero por lo que respecta a nosotros, a Granica, el 60% de los autores ya procede de España. Trabajamos con escuelas de negocios como EADA y Esade, con las que tenemos acuerdos de colaboración, con universidades y centros de formación donde haya profesores que quieran publicar.

 

¿Y cómo va esta nueva etapa?

 

Pues muy bien. Yo creo en la especialización, algo que ya estamos haciendo, y mantengo las funciones de coordinación editorial, que es lo más bonito de este mundo del libro. Al haber optado por dar cancha a los autores de aquí, intervengo de una forma u otra desde la creación del libro, desde su génesis hasta su lanzamiento. Sientes que puedes añadir más valor.

 

¿Cuáles son sus perspectivas?

 

Veo que hay un potencial de mercado importante. Estamos vendiendo muy bien con autores nacionales, con los que llegamos mejor al público. Esta presencia en el mercado, nos ayuda también a introducir a las firmas de fuera. Nuestros distribuidores, específicos para cada comunidad autónoma, nos otorgan la capacidad de dar un buen servicio a todos nuestros clientes.

 

 Marina Granica lleva vinculada a la empresa desde que tenía 13 años. Su padre, Juan Granica, fundó la casa a principios de 1970 en Argentina. Ella estudió arqueología, pero no cambió el olor de los libros por el de la tierra mojada. Es directora editorial desde hace 12 años y define su rol de coordinadora como una de las tareas más bonitas del mundo del libro, ya que tiene la oportunidad de incidir en el proceso de creación y desarrollo de las obras de forma activa.

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