Morir de éxito

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 Meses antes del inicio del Forum, desde la organización hubo un especial interés en mandar un mensaje :si hay un peligro es el de «morir de éxito». Una frase hecha que conlleva pensar en que la propia empresa se veía sorprendida por la reacción de los patrocinadores, las ventas anticipadas de entradas, pero de repente, las cañas se tornan lanzas y suenan las alarmas. ¿A quien creer?

Ni lo uno ni lo otro, como casi siempre ocurre. Ni entonces las cosas del Forum iban tan bien, ni están yendo tan mal desde su inicio real. El problema es mucho más profundo. Habría que preguntarse qué es el éxito y que el fracaso antes que seguir el análisis. Si el éxito se mide en número de asistentes, entonces los lunes serán un desastre, y los domingos fantásticos. El Forum de las Culturas es un auténtico maratón, en donde 141 días de eventos dan para muchos adjetivos. Utilizando símiles deportivos, seria como criticar a ese equipo que marcha mal  al principio pero que es capaz de protagonizar una remontada. Por tanto, mas vale utilizar parámetros de valoración menos fluctuantes. Como por ejemplo, la reacción humana a la oferta «forumniana». No hay duda que algunas de las exposiciones permanentes son excelentes, que los espectáculos al aire libre rememora  la Barcelona Olímpica, y que algunos debates son interesantes, pero no es menos cierto que por los debates no debería pagarse precio adicional al de la ya de por sí cara entrada al recinto. Si en los «bocatas» se rectificó, igual que en la posibilidad de salir y volver a entrar, en eso también se puede. Pero que no se insista desde la masa crítica en la falta de primeras figuras para justificar éxitos o fracasos. El público ve en el Forum un enorme parque temático cultural, y quiere pasarlo bien. Eso sí, manteniendo la consciencia de esos parámetros como son la diversidad, la sostenibilidad y la paz que presiden el ideario. 
 

No hace mucho, estuve inmerso en un debate sobre lo que Barcelona, y en general Catalunya debía hacer para mantener su status, ante las amenazas y realidades de la deslocalización. ¿Oponerse a ella frontalmente? Creo que no. Los que se van, se van. Lo que nos queda es una ciudad de referencia en el Mundo por múltiples atractivos, iniciativas y espíritu innovador, y el Forum, a pesar de marchar retrasado en los números de asistentes, mantiene viva y saludable esa imagen.

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