Eduard Conti

Fundador de Conti Economía

Libertad consciente

“Las personas vienen a vernos con la necesidad de poner orden en su economía»

Conti Economía promueve la educación financiera entre particulares y organizaciones.
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Tras una experiencia compleja, el economista Eduard Conti tuvo que formarse a la fuerza en finanzas personales. Hace cinco años creó una firma desde la que acompaña a las personas en la toma de decisiones económicas bien fundamentadas.

El otro día en las rebajas vi un producto con descuento y dudé: no sabía si era un chollo o si podía permitírmelo.

Es normal: todas las personas tomamos decisiones económicas constantemente. La mayoría de las veces son asuntos menores: “¿nos tomamos el café en un bar o en casa?”, “¿me compro una camisa a mitad de precio o no?” Pero hay otros mucho más importantes: “¿hago un renting para comprarme un coche?”, “¿me cambio de casa?”, “¿invierto en Bitcoin o en fondos?”. Y esos dilemas nos desorientan.

Las personas tomamos decisiones económicas constantemente. A menudo lo hacemos desorientadas

Del todo.

Y cuando estamos desorientados, solemos decidir en base a las creencias propias, o bien por imitación de lo que hacen los demás. Eso no siempre mejora nuestra salud económica.

¿Y cuál sería la mejor solución?

Tener un criterio propio y fundamentado; entender lo que es mejor y lo que hay que hacer en cada momento. Cuando eres consciente de la cantidad de decisiones económicas y financieras que tomas al cabo del día, y entiendes que muchas de ellas tendrán un impacto en tu economía a la larga, sueles hacer las cosas de otra manera.

Usted es economista. ¿Le enseñaron todo eso en la universidad?

Lo cierto es que no. En la facultad no te dan clases de finanzas personales ni de gestión de la economía familiar. En mi caso aprendí todo eso a la fuerza…

En la facultad de Económicas no te enseña finanzas personales, ni gestión de la economía familiar

Caramba.

En 2006, en plena burbuja inmobiliaria, me compré un piso que resultó ser demasiado caro para mí. Mi nivel de endeudamiento se volvió enorme y, para mayor desgracia, en 2011 perdí el empleo. De repente, mi economía personal entró en una crisis brutal.

He ahí la paradoja: siendo un economista bien preparado, descubrí que ni llegaba a fin de mes ni tenía ahorros. No me había cuidado lo suficiente.

Siendo un economista bien preparado, descubrí que ni llegaba a fin de mes ni tenía ahorros. No me había cuidado lo suficiente

Esas experiencias le curten a uno. ¿Qué hizo?

Lo primero fue aprender todo lo posible de lo sucedido. Leí, me formé y tuve conversaciones profundas sobre educación financiera. Quería salvarme de una situación comprometida y evitar que me volviera a pasar.

También discutía mucho sobre el tema con los amigos y conocidos que, a menudo, me preguntaban por sus casos. Poco a poco, me entró una afición, pero yo seguí con mi carrera profesional: desde hace ocho años trabajo por cuenta propia.

¿Y desde cuándo se dedica a la educación financiera?

Hace cinco surgió la oportunidad de dedicarme a ella en exclusiva. Así que me puedo considerar emprendedor.

Emprender tiene cosas bonitas.

Sin duda: es muy gratificante poder hacer algo en lo que crees. Y perseguir un proyecto personal es una experiencia muy seductora. Pero, de nuevo, nunca hay que olvidar la dimensión económica y financiera de la vida: para emprender necesitas disponer de un pequeño colchón.

Nunca hay que olvidar la dimensión económica y financiera de la vida: para emprender necesitas un colchón

¿Por qué?

Lo normal en el mundo de los negocios es que no aciertes a la primera. Es más, tienes que dedicar tiempo a aprender de tus experiencias, a identificar cómo puedes mejorar tu servicio y a adaptar lo que hagas para que el mercado te lo compre y tu negocio sea viable.

En la mayoría de las ocasiones, aunque tu proyecto esté muy claro, debes prepararte para subsistir sin ingresos durante unos meses.

Aunque tu proyecto esté muy claro, debes prepararte para subsistir sin ingresos durante unos meses

Cuéntenos: ¿quiénes son los clientes de Conti Economía?

El abanico es amplio. Acompañamos a organizaciones y a personas. Y dentro de estas últimas, encontramos desde profesionales con altos ingresos hasta familias vulnerables… Personas que reciben atención de los Servicios Sociales de la ciudad.

Muy conveniente.

Una de nuestras líneas de trabajo es la inclusión económica. Desde 2018 colaboramos con el Ayuntamiento de Barcelona coordinando el proyecto EdEc, que acerca herramientas y estrategias a las personas en riesgo de exclusión, para que puedan gestionar mejor sus recursos económicos. Este proyecto recibió en 2020 el premio “Finanzas para Todos”, que otorgan cada año el Banco de España y la CNMV a la mejor iniciativa de educación financiera del Estado.

Igualmente, desde 2022 ayudamos a entidades del tercer sector para que quienes las integran dispongan de educación económica y acompañamiento.

Desde 2018 colaboramos con el Ayuntamiento de Barcelona coordinando el proyecto EdEc de inclusión económica, galardonado con el premio “Finanzas para Todos”

También ofrecen sus servicios a empresas y organizaciones.

Así es. Las empresas cuentan con presupuestos de formación y mejora del bienestar de sus empleados. Pero, tradicionalmente, esos recursos se han dedicado a programas de prevención de riesgos laborales, de mejora de la salud física y emocional… Ahora, afortunadamente, también van adquiriendo un interés por la salud económica de sus colaboradores. En el mundo anglosajón nos llevan unos años de ventaja, pero aquí ya comenzamos a verlo.

Por otra parte, también asesoramos a pequeños emprendedores y a familias en sus dudas o problemas con sus finanzas.

Las empresas van adquiriendo interés por la salud económica de sus colaboradores

¿Qué tipo de problemas?

Del tipo de los que le mencionaba antes: personas que quieren comprarse una vivienda y que no saben qué plan de financiación les conviene más, o que no saben si el precio que les piden es demasiado caro o inasumible, por ejemplo. Sienten que necesitan un asesoramiento independiente que resulta difícil de encontrar.

Los bancos suelen dar mucha información.

Sí, pero los bancos también tienen sus propios intereses y lo que nosotros ofrecemos es una visión independiente. Las personas vienen a vernos con la necesidad de poner orden en su economía.

Y ustedes les hacen como de “confesores”…

O de psicoterapeutas económicos. Trabajamos desde la total confidencialidad, pero también desde la total transparencia: ellos nos dan toda la información sobre sus ingresos y gastos, sobre sus ahorros y nivel de endeudamiento… Y con ella podemos elaborar un diagnóstico sobre el punto en el que se encuentran y los objetivos que pueden marcarse.

Trabajamos desde la total confidencialidad, pero también desde la total transparencia

Eso debe quitarles muchos dolores de cabeza.

Estaremos de acuerdo en que los problemas económicos son de los que más estrés generan entre las personas. Es más, hay muchísima gente que no duerme por su culpa. Sin embargo, es un tema del que se evita hablar en sociedad.

Los problemas económicos son de los que más estrés generan entre las personas. Hay muchísima gente que no duerme por su culpa

¿A qué lo atribuye?

Creo que tenemos asumido que todo el mundo debe saber manejar su propia economía únicamente en base a las creencias y experiencias previas. En cambio, como pasa en muchos ámbitos de la vida, la formación nos podría ayudar mucho a prevenir y tomar mejores decisiones. Sería muy positivo que la educación económica y financiera comenzara, por ejemplo, durante la infancia, en la escuela.

Antes dijo que asesoran a familias. ¿En los hogares, las decisiones económicas se toman en conjunto o individualmente?

Creo que sigue habiendo un cierto machismo en la gestión del dinero en los hogares. Especialmente ante decisiones importantes como serían las inversiones o la compra de una vivienda. Pero, por suerte, la sociedad está cambiando.

Siempre que podemos, recomendamos que vengan a vernos las familias al completo. Las parejas, sin duda. Y si puede ser con los hijos, mejor.

Creo que sigue habiendo un cierto machismo en la gestión del dinero en los hogares

¿Los que ahorran unidos, permanecen unidos?

Pensamos que todo lo relativo a la gestión económica familiar debe poder hablarse entre todos los miembros y generar consensos. Las decisiones familiares no deberían estar en manos de un solo individuo. Otra cosa bien distinta es lo que cada miembro de la familia haga con su economía personal. Pero en lo común, en lo familiar, lo mejor es el acuerdo.

También recomendamos que los hijos sean partícipes de la situación económica. Muchas veces, cuando las cosas van mal dadas, los padres tendemos a no decírselo a los hijos para que no lo pasen mal.

Cuando las cosas van mal dadas, los padres tendemos a no decírselo a los hijos para que no lo pasen mal. Es erróneo

¿Y es incorrecto?

Creo que sí. Nuestros niños y jóvenes viven en una sociedad de consumo y deben conocer la realidad de las cosas. Sin ser conscientes, los adultos les transmitimos a nuestros hijos las creencias propias, nuestras reacciones ante los problemas y nuestra forma de comunicarnos con el mundo.

Y creo que tenemos que explicarles cómo estamos en lo económico. Hay que hacerlo con pedagogía, pero hacerlo. Si no, ellos no son conscientes y nos piden que les compremos cosas que no podemos permitirnos. Y por esa razón sufrimos: porque no se las podemos dar. Pero si participan de la situación económica, y la entienden, seguro que no nos las pedirán. Nuestros hijos son más maduros de lo que pensamos.

¿Se ha encontrado con algún caso irreversible?

Prefiero hablar de casos difíciles. Y creo que los problemas económicos pueden superarse. Pero también le diré algo: en el ámbito de las finanzas personales hay quien vende humo. Todos los días se ven propuestas que dicen: “si tú quieres, puedes ser millonario”, o “puedes conseguir todo lo que necesitas”.

En el ámbito de las finanzas personales hay quien vende humo. Te dicen: “si quieres, puedes ser millonario”, o “puedes conseguir todo lo que necesitas”

Hay quien dice que nada es imposible con una actitud optimista.

Sin duda, una actitud proactiva puede ayudarte a que te pasen cosas buenas. Pero creo que no hay que frivolizar: cuando uno tiene problemas graves de endeudamiento y la bola se ha hecho muy grande, no es fácil recuperar la buena salud económica.

¿La famosa “Ley de la Segunda Oportunidad” es positiva o es una panacea?

Esa Ley ha hecho avanzar las cosas, sin duda. Incluso hay en Barcelona un juzgado especializado en esos temas. Pero no todo es tan sencillo. Primero, porque hay muchas personas que desconocen sus derechos y, segundo, porque no todo el mundo encaja en los requisitos que permiten condonar una deuda. Por ejemplo, no es fácil eliminar una deuda con Hacienda o la Seguridad Social.

Por otra parte, pienso que es un poco absurdo que una empresa pueda acogerse a una suspensión de pagos, pero que una persona no lo pueda hacer. Máxime en situaciones de evidente incapacidad de la persona para satisfacer la deuda. Lo bueno de esto, no obstante, es que hay cada vez más presión social.

Negligencia versus mala fe. Tal vez ese sea el criterio para discriminar.

En eso tengo que recordarle que todos somos muy vulnerables, precisamente por el déficit de educación financiera en la sociedad. Vuelvo a mi ejemplo personal: yo compré un piso que resultó ser inasumible para mí, así que hubo una responsabilidad por mi parte. Pero también la tuvo el banco, que me dio luz verde a una hipoteca elevada sin estudiar mi situación a fondo.

Me dedico a la educación financiera porque creo que es importante mejorar todo aquello que dependa de uno mismo: todos debemos saber el límite de lo que podemos gastarnos por cualquier cosa, incluida una vivienda.

Nuestros abuelos tenían el principio de ahorrar todo lo posible y de no gastar más de la cuenta.

Así es. Pero aquella sociedad de nuestros mayores es muy distinta de la actual o de la que tendrán nuestros descendientes. El consumismo ha ganado un terreno enorme y eso hace que sintamos una presión muy dura por comprar cosas, tener experiencias, viajar… Todo ello afecta a nuestros presupuestos personales y familiares y, además, coincide con una mayor inestabilidad en los ingresos.

Antes, el mundo laboral no era tan volátil ni tan precario. La gente estudiaba (o no), comenzaba a trabajar e iba ascendiendo por una escalera profesional. Casi siempre solías terminar más alto de lo que empezabas.

La sociedad de nuestros mayores es muy distinta a la del presente o a la de nuestros descendientes: el consumismo ha ganado un terreno enorme

Ahora ya no.

Por eso te encuentras con personas de 50 años que, habituadas a trabajar en grandes compañías y a un elevado poder adquisitivo, pierden su empleo y ven que su escalera ya no sube, sino que baja. Eso genera un problema en la economía y bienestar personales.

¿Cómo es el equipo profesional de Conti Economia?

Es una empresa pequeña. Nos repartimos el trabajo y estamos muy alineados. El tipo de mensaje que damos es bastante sencillo y se apoya en el sentido común, pero detrás hay una gran base de conocimiento y experiencia.

¿Y qué dice el sentido común de la educación financiera?

Pues que hay cinco grandes cosas a las que tenemos que prestar atención en nuestras vidas: los ingresos (y las estrategias para conseguirlos), el control de los gastos, el endeudamiento, los objetivos de ahorro y la planificación.

Valen tanto para el gobierno de un país como para la economía de un club de futbol, una empresa, una familia o un individuo. No es complicado formar a cualquier persona en esas cosas.

Sin duda. Pero, ¿tiene efectos inmediatos en la vida de la gente?

Los resultados no son inmediatos. Pero por nuestras encuestas sabemos que todo el mundo mejora la sensación de autocontrol sobre su propia economía y que su nivel de estrés se reduce. A la vez, se sienten con mayor confianza para tomar mejores decisiones.

Nosotros proporcionamos formación, pero también acompañamiento. Y nuestro primer objetivo es que las personas se empoderen a la hora de gestionar sus finanzas y sean más autónomas. No queremos que su criterio sea volátil o que dependa de terceros. Queremos que sepan lo que hay que hacer en cada momento. Y, en eso, las soluciones mágicas y la venta de humo no funcionan. Lo que sí lo hace es tener criterio y ser conscientes de la responsabilidad individual en las decisiones. Eso mejora el bienestar y la salud económica de cualquiera.

Nuestro primer objetivo es que las personas se empoderen a la hora de gestionar sus finanzas y sean más autónomas

Eduard Conti se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universitat Autònoma de Barcelona. Trabajó en diversas empresas y proyectos, entre ellos la comunicación y la gestión deportiva. Tras la crisis financiera de 2008 perdió su empleo justo cuando hacia frente al pago de una hipoteca elevada, que había adquirido en tiempos de bonanza. Pasó por un momento económico complicado que le llevó a aprender lo que no le habían enseñado en la facultad: salud financiera personal.

Hace cinco años fundó Conti Economía, una firma que proporciona formación y acompañamiento a personas y organizaciones de todo tipo, desde las que poseen altos ingresos hasta familias en riesgo de exclusión. Para todos, la misma receta: entender lo que se tiene y lo que se puede gastar, sentido común y criterios propios. Uno de sus proyectos ganó el premio “Finanzas para todos” en 2020, otorgado por el Banco de España y la CNMV.

Su didáctica y facilidad comunicativa le han llevado a ser profesor asociado de Economía en la UAB y colaborador habitual en medios de comunicación como la Cadena SER, COPE o RAC 1. En esta última tiene un espacio propio en el sabatino matinal “La Primera Pedra”. Igualmente produce un podcast de finanzas personales en Spotify.

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