Juan Ramon Llorente

Fundador y CEO de Smartbrain

Reto permanente

“Las demencias siguen siendo enfermedades vergonzantes”

Smartbrain ofrece soluciones digitales que ayudan a retrasar el impacto del Alzheimer en pacientes y cuidadores
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Visitamos hoy a un emprendedor que, tras una experiencia familiar directa, decidió orientar su carrera a la mejora de la calidad de vida de las personas enfermas de demencias y de sus cuidadores.

Smartbrain ofrece soluciones digitales que ayudan a retrasar el impacto del Alzheimer en pacientes y cuidadores

¿Cuál es su background profesional?

Mi formación es la de economista. Estudié en la Universidad Complutense y mi primer trabajo fue en una empresa de intermediación financiera en Madrid. Más adelante tuve la inquietud académica y personal de estudiar un MBA y me fui a Francia a cursarlo en INSEAD. Al terminarlo volví a Barcelona. Por esa razón y porque estaba casado con una catalana, nos afincamos aquí. Cambié mi orientación profesional unos años después…

¿Y qué hizo?

Me fui a trabajar a una consultoría estratégica durante seis años. Tenía como clientes a firmas de primer nivel y eso me permitió trabajar en proyectos interesantes tanto en España como en el extranjero. Pude desarrollarme en finanzas y gran consumo y, a raíz de una colaboración, me incorporé a CaixaBank. Durante otros seis años les ayudé en la implantación de proyectos estratégicos tales como la adquisición e integración de bancos o la puesta en marcha del programa de “Puntos Estrella”.

El recordado programa de fidelización de la entidad..

En efecto. También ayudé mucho a La Caixa en sus primeros pasos en internet, concretamente en la Línea Abierta. De hecho, creo que fui uno de los pioneros en la puesta en marcha de este servicio… Estamos hablando de los años 1998 a 2000; la infancia de internet.

Y tras esos años, decide usted emprender por su cuenta.

Desde mi experiencia en la escuela de negocios había tenido el gusanillo de lanzar un proyecto propio. Así que, en efecto, en 2002 dejé La Caixa y fundé mi primera empresa. Educamigos desarrollaba y comercializaba programas educativos interactivos con soporte de ordenador para niños de infantil y primaria.

Mi primera empresa, Educamigos desarrollaba y comercializaba programas educativos interactivos con soporte de ordenador para niños de infantil y primaria.

Algo novedoso, teniendo en cuenta que pasó hace 20 años.

Fue también un proyecto pionero. Incluso ofrecíamos programas online. Pero, como la gente no se había habituado todavía a utilizar contenidos en línea, tuvimos que dar un paso atrás y pasarlos al formato CD-Rom.

¡Fíjese! Y ahora parece antiguo…

El proyecto tuvo su evolución y funcionó muy bien. Trabajamos constantemente con productos propios, pero también para editoriales educativas líderes de mercado en España.

¿Y de dónde proviene la idea de Smartbrain?

Surge como un spin-off de Educamigos. De hecho, se basa en la misma plataforma tecnológica. Pero la auténtica razón para ponerlo en marcha fue que mi suegra desarrolló la enfermedad de Alzheimer y murió por esa misma causa.

Durante todo aquel tiempo conocí la enfermedad y lo que significa la pérdida de capacidades cognitivas. También las consecuencias que todo ello tiene para las personas que la sufren y para su entorno familiar.

La auténtica razón para ponerlo en marcha fue que mi suegra desarrolló la enfermedad de Alzheimer y murió por esa misma causa.

Es algo muy duro.

Por medio de las personas que cuidaron de mi suegra conocí como se trabajaba en el entorno de la estimulación cognitiva y vi la oportunidad que había de digitalizar todas esas tareas. En aquel momento se hacían básicamente con lápiz y papel. Poco a poco, Smartbrain dejó de ser el spin-off de Educamigos y se convirtió en el proyecto principal.

La neurociencia ha avanzado mucho en estos veinte años.

Indudablemente. Todo lo que tiene que ver con el envejecimiento, la pérdida de capacidades cognitivas y lo que se conoce como demencia, se está investigando muchísimo. Es, de hecho, una de las principales causas de mortandad para un gran número de personas en Occidente. Y tiene un gran impacto socioeconómico: por un lado, es costoso cuidar de estas personas. Y por otro, en la medida en que se vuelven dependientes, el impacto pasa a ser asumido por la sociedad entera, porque o las familias o los sistemas de salud pública se tienen que hacer cargo de ellas. 

La demencia es una de las principales causas de mortandad para un gran número de personas en Occidente.

Sorprende que todavía no haya cura.

A pesar de que la neurociencia ha avanzado tantísimo, todavía no hay cura para la degeneración cognitiva y la demencia. Hoy por hoy, las personas que entran en un proceso de este tipo, sea por envejecimiento o por una causa sobrevenida, se enfrentan a un proceso de pérdida que desembocará en dependencia total de terceros. De ahí los trabajos que actualmente se están haciendo en investigación.

A pesar de que la neurociencia ha avanzado tantísimo, todavía no hay cura para la degeneración cognitiva y la demencia.

¿Por ejemplo?

Se ha descubierto que los cimientos de la demencia se plantan muchos años antes de que la enfermedad sea diagnosticada. La Fundación Pasqual Maragall es pionera en esto y ha concluido que la enfermedad se comienza a desarrollar 20 años antes de que se manifieste. Esto nos plantea un problema de orden mayor: adquirimos una enfermedad que no se mostrará hasta dentro de 20 años.

Los cimientos de la demencia se plantan muchos años antes de que la enfermedad sea diagnosticada.

Y Smartbrain retarda lo que es imparable…

Ese es nuestro principal objetivo. Hoy por hoy no hay cura, pero la buena noticia es que podemos tratar de hacer que ocurra más tarde. Por lo menos, podemos pensar en que la dependencia durará menos tiempo o, incluso, que no ocurrirá.

Hoy por hoy no hay cura, pero la buena noticia es que podemos tratar de hacer que ocurra más tarde.

Actualmente se calcula que el proceso de deterioro cognitivo dura unos 8 años en promedio. Si logramos alargarlo hasta los 10, 12 o 14, conseguimos que la persona sea autónoma durante más años y que, con eso, tenga mayor calidad de vida y dignidad. Además, los cuidadores, ya sean la familia o las entidades, también podrán mantener su calidad de vida por más tiempo.

Los cuidadores sufren.

A menudo no se tiene en cuenta que el enfermo padece, pero que quien sufre las consecuencias son las familias. Se hacen cargo del problema, pierden capacidad de socialización, de salir, de moverse, incurren en grandes costes médicos y de cuidados…

La CEAFA (Confederación Española de Alzheimer) estima que cuidar de una persona demente en los procesos más avanzados de la enfermedad puede representar un gasto de 30.000 euros al año. Es un gran impacto. Y nosotros podríamos ayudar a mitigarlo con la ralentización del proceso de pérdida.

La CEAFA (Confederación Española de Alzheimer) estima que cuidar de una persona demente en los procesos más avanzados de la enfermedad puede representar un gasto de 30.000 euros al año..

¿Cómo es su equipo de trabajo?

Contamos con especialistas que nos recomiendan el tipo de actividades a desarrollar y con personas que nos ayudan a llevarlas al formato digital. También escuchamos mucho lo que nos dicen los clientes. Además, está la parte técnica: programadores, diseñadores gráficos, etcétera.

¿De qué manera se monetiza el servicio? ¿Cuál es su modelo de negocio?

Lo que hacemos es facilitar el uso del programa, principalmente en la nube, a cambio de una cuota o tarifa plana mensual. La determinamos en base el número de personas que van a utilizar el servicio, ya sea en el seno de una familia particular o en una entidad. Eso nos permite adecuar el ingreso al nivel de uso. Pero también ayuda a que el cliente pague solo por el uso real.

Por otra parte, nos definimos como una empresa de impacto social. Primero porque hay un colectivo de personas al que queremos ayudar con el programa. Y, segundo, porque ayudamos a reducir la dependencia de esas personas. Así que, aunque somos una empresa y tenemos que buscar beneficios para seguir existiendo, procuramos que nadie se quede sin usarlo porque no pueda permitírselo.

¿Cuáles son las perspectivas de Smartbrain para los próximos años?

De entrada, viviremos en un reto permanente. Primero, porque la neurociencia está avanzando mucho y tendremos que actualizarnos constantemente. Segundo, porque el mercado es grande y creciente: los baby boomers estamos alcanzando la edad de jubilación, así que en España y Occidente, el porcentaje de personas mayores de 65 años pasará del 22% actual a un 30 o 32% en unos años. Además, viviremos más tiempo y eso aumenta exponencialmente el riesgo de tener un deterioro cognitivo.

Viviremos más tiempo y eso aumenta exponencialmente el riesgo de tener un deterioro cognitivo

¿Hay alguna cifra de eso?

Actualmente, las personas mayores de 80 años tienen un riesgo del 50% de padecer algún tipo de deterioro. El reto es muy importante. Debemos mantenernos al día y ofrecer un gran servicio para un número creciente de personas, pensando además que no habrá recursos para todos. Así que las familias tendrán que asumir una parte cada vez mayor de la gestión del problema. Nosotros deberemos ofrecer teleasistencia, programación remota, nuevos especialistas…

¿Recomienda usted hacerse pruebas en edad temprana?

Siempre es recomendable. Entiendo que a nadie le gusta enterarse de una noticia así, porque, aunque cada vez se sabe más sobre demencia, sigue siendo una enfermedad vergonzante. Pero también creo que cada vez se producirá un mayor reconocimiento del problema y que eso nos ayudará a ser más abiertos.

Economista de formación, estudió en la UCM y trabajó en el sector financiero. Cursó un MBA en el prestigioso INSEAD francés y se integró, a la vuelta, a la disciplina de SEAT. Ya establecido familiarmente en Barcelona, pasó años dedicado a la consultoría estratégica en una firma especializada y ayudó a La Caixa en su proceso de digitalización en los momentos más tempranos de Internet. A primeros de los 2000 decidió crear su primera empresa, Educamigos, que tuvo éxito. Vivió familiarmente la enfermedad de Alzheimer y sus consecuencias. Eso le movió a utilizar la plataforma tecnológica de Educamigos para crear Smartbrain.

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