La innovación nos fascina, a pesar del desconocimiento que nos pueda provocar. ¿O acaso te han dicho alguna vez eso de “el móvil me escucha”? La Inteligencia Artificial convive con nosotros, ¿pero qué usos prácticos podríamos darle para sacarle un mayor provecho?
¿Quieres conocer más sobre esta herramienta para aportar realmente valor y rentabilidad a tu negocio? Entonces este post y la Webconference impartida por Joan Pons sobre IA centrada en datos son para ti.
¿Qué es la IA?
La IA es entendida como la tecnología con capacidad para razonar, planificar y resolver problemas; así como aprender rápidamente de sus propias experiencias. Expresado de otra manera, la IA es la combinación de algoritmos que ofrecen funcionalidades y capacidades propias de un ser humano.
A menudo lo relacionamos con referentes de la ciencia ficción. Pero ahora es una realidad que aporta grandes beneficios utilizando la información que manejamos. Todo este universo puede sonar tremendamente extraño si te dedicas o quieres dedicarte al mundo de los negocios, pero la IA podría ayudarte en gran medida.
¿Cómo puede contribuir la IA a tu negocio?
La gran pregunta: ¿para qué sirve? Para resolver problemas y aportar soluciones en menos tiempo y utilizando menos recursos, tanto económicos como humanos. A través de la IA se automatizan actividades, se anticipan necesidades o decisiones humanas. Estas son, de hecho, algunas de las funcionalidades que ofrecen los asistentes virtuales de voz o los bots (los cuales facilitan cualquier tipo de duda a sus clientes).
Sin embargo, Joan Pons aconseja marcarse un punto de partida para que todo esto ocurra. La solución pasa por planificar, crear una estructura en el que la base de datos de la compañía sea objetiva y productiva.
“Necesitamos un momento de reflexión: ¿Qué es lo que queremos ser? Primero hay que construir un proyecto de datos para después aplicar la propia IA y alegar así lo que queremos ser”.
Los datos serán cimientos que harán que todo funcione. Porque “si hay una buena base, la tarta va a ser buena”. Así, para cuando se aplique la IA lograremos nuestros objetivos.
¿Cómo montar un proyecto de IA?
El diseño de un proyecto de AI pasa por la definición de la misión, la visión y los valores sobre los que queremos que el mismo se cimiente. La misión da respuesta al qué queremos hacer o construir realmente con la IA. La visión es el objetivo de esos datos, la determinación de lo que queremos llegar a ser. Y, por último, debemos definir los valores que cimentarán dicho proyecto. Son conceptos que guardan mucho en común con la estrategia empresarial y es precisamente aquí donde la IA y el propósito del negocio deben cabalgar en la misma dirección.
En función de la tipología del problema y de la naturaleza de la compañía, es idóneo contar con un equipo interno de data science que gestione, extraiga y analice los datos y creé los algoritmos ad hoc para cada necesidad. Así se generarán soluciones y herramientas pret-a-porter específicas para cada una de las áreas y tareas propuestas.
Beneficios de la IA
A menudo la construcción de ese stack tecnológico puede sonar complejo. La capacidad de almacenar todos los datos, controlar cada uno de ellos y hacer un uso eficiente de ellos es verdaderamente una ardua tarea. Sin embargo, el objetivo es la mayor recompensa: acortar procesos y producir beneficios económicos.
La IA se emplea actualmente en numerosos entornos comerciales y empresariales, lo que permite que las empresas automaticen procesos y mejoren su eficiencia tanto interna como externa.
Además, se trata de una herramienta que ofrece una toma inteligente y automatizada de decisiones, aporta evolución e innovaciones en el sector sanitario, ofrece una continuidad comercial y una óptima gestión de tareas repetitivas. Y, ¿en qué se traduce todo ello? En un constante aumento de la productividad y, por ende, de la rentabilidad económica.
Consulta aquí la charla completa y aprende más sobre AI.
Fuente: EAE Business School
