Variedades: Merlot, Garnacha y Syrah.
Toledo, ciudad de cruce de culturas desde tiempo inmemorial, aparece hoy restaurada y puesta al día con un atractivo turístico impresionante. Pasear por sus calles te transporta realmente al medioevo y saborear su gastronomía se convierte en un placer intenso que combina la cultura con el paisaje y la historia. En uno de sus restaurantes catamos el vino Estivius, Señorío de Toledo, 2003. Un vino tinto de color rojo rubí intenso, con aromas de cerezas maduras y con recuerdos de violetas. La madera, muy bien integrada, aporta al vino una riqueza aromática con tonos de regaliz y ligeros toques de tostados. En boca se muestra goloso, con estructura y buen equilibrio.
Digno de una buena perdiz estofada o un buen cordero asado.NULL
