El tigre y las oportunidades

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Los sectores del lujo y de la moda crecen en China, Japón y Corea del Sur a pesar de la desaceleración en China.
 
“Lo importante no son las dinámicas del mercado”, aseguró Kelly Hu, socia de la empresa de capital privado orientada hacia China Lunar Capital. “Lo importante es encontrar las marcas y los productos adecuados para el segmento de mercado adecuado”.
 
Hu intervino en el 16 Encuentro del Sector Moda y Marcas de Prestigio, que tuvo lugar este mes en el campus del IESE en Barcelona. El encuentro se celebró con la colaboración de la ISEM Fashion Business School, y estuvo dirigido por el profesor Fabrizio Ferraro. El profesor Pedro Nueno, presidente fundador del evento, moderó una mesa redonda. Además, Raul Verdicchi, CFO para Japón y Corea del Sur de Ermenegildo Zegna, y la profesora Núria Mas participaron en un panel sobre las tendencias cambiantes del sector en Asia cuando el crecimiento del PIB chino se ralentiza.
 
Los vientos favorables al consumo, indicó Hu, son más fuertes de lo que podría parecer. El crecimiento del PIB chino es más lento que antes, pero se mantiene alto, en torno a un 6,5 por ciento. China ya es el tercer mercado global más grande para el sector del lujo tras Estados Unidos y Japón, y varias grandes marcas de moda ya están prosperando en el país.
 
La empresaria citó varios ejemplos, como los de Moncler Asia, que creció un 42 por ciento en 2015, y el de Valentino China, con un incremento del 30 por ciento en la China continental en los seis primeros meses de 2015. También destacó el caso de I Pinco Pallino, la marca de diseño infantil italiano. Tras la compra por parte de Lunar de una participación mayoritaria de la misma en 2014, explicó, sus ventas en China aumentaron un 250 por ciento al año siguiente.
 
Este es un ejemplo de segmentos de mercado de crecimiento selectivo, señaló Hu. Las demografías variables están creando un futuro brillante para el sector de la moda infantil desde que el gobierno chino anunció en 2015 el fin de la política nacional del hijo único. Se calcula que este cambio supondrá 6 millones de nacimientos más al año, y una recuperación de todos los sectores relacionados, añadió.
 
¿Está China preparada para un aterrizaje brusco?
Núria Mas analizó otros factores a tener en cuenta en las perspectivas económicas chinas. Aunque el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos probablemente dañará la competitividad de Hong Kong, a causa de la vinculación de la divisa china con el dólar, la profesora se mostró optimista ante el futuro.
 
“Se producirá una lenta desaceleración, pero no un aterrizaje brusco”, aseguró. El país mantiene cierto “músculo” gracias a una situación sólida en materia de deuda fiscal. China ha echado mano de sus reservas para controlar su tipo de cambio, pero todavía conserva reservas equivalentes al 35 por ciento de su PIB. Lo que, combinado con un fuerte NIIP (Net International Investment Position, la diferencia entre los activos financieros externos y los pasivos) y una situación de superávit, le otorga “margen de maniobra” como para crear un nuevo modelo de crecimiento.
 
Mas también recordó las cambiantes tendencias demográficas, y el aumento del número de graduados altamente cualificados, y destacó las previsiones de crecimiento elevado en las familias de clase media, lo que sin duda creará oportunidades para las empresas.
 
Japón y Corea del Sur: el crecimiento está en el interior
Mientras, Japón también está viviendo grandes cambios en su mercado de los artículos de lujo, que supone un 8 por ciento del total global, aseguró Raul Verdicchi. Últimamente, el crecimiento está alcanzando cifras de dos dígitos. Pero ¿cuál es la causa?
 
Según Verdicchi, los responsables de este aumento son los compradores chinos que visitan Japón, un crecimiento que se inició de forma gradual en 2012 como consecuencia del “Abenomics,” las políticas económicas del primer ministro Shinz? Abe.
 
“El 80 por ciento del mercado siguen siendo clientes japoneses. Pero es que antes suponían el 90 por ciento. El turismo chino en Japón aumentó un 80 por ciento el año pasado”, explicó. Para adaptarse a esta situación, han sido necesarios algunos cambios en la distribución, como por ejemplo incorporar personal que hablase chino en las tiendas de Tokio. De todas formas, este crecimiento gracias a China no es sostenible, y las empresas deberían fijarse más en lo que pasa cerca de casa.
 
Los compradores japoneses jóvenes no son conformistas como lo eran las generaciones anteriores, explicó Verdicchi. Son “clientes sofisticados”, y quieren definirse a sí mismos con sus decisiones de compra. “El objetivo es crear, comprometer y retener este mercado doméstico”, añadió.
 
Un reto similar se da en Corea del Sur. Su mercado del lujo, que supone un 4 por ciento del total global, se ha visto perjudicado por una falta de compradores extranjeros como consecuencia de las fluctuaciones de su divisa, y de los brotes del virus MERS.
 
“Los clientes chinos están regresando”, concluyó. “Pero las marcas deben comprometerse con la generación y la retención del cliente doméstico”.
 

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