No acostumbramos a hablar de política en Feedback, pero esta vez, haremos una excepción. Porque hablar de una abdicación real, de una sucesión, de una ley orgánica express, y, sobre todo, de las consecuencias de este proceso de sólo dos semanas, a la fuerza, debe ser algo que influya en las vidas de todos los que residimos en este pais del Sur de Europa al que hemos venido llamando Reino de España.
De entrada, decir que la abdicación de Juan Carlos ha destapado una discusión que parecía aparcada, la de si hemos de decidir entre todos si preferimos tener un Jefe de Estado que sea Rey, a cambiarlo por un Presidente de la República Española que, a la manera italiana o alemana, sea un mero objeto decorativo, ni siquiera un virtual Ministro de Exteriores como ha sido hasta hoy, básicamente, el Rey.
En la discusión entra el concepto muy utilizado de “ahora no toca”. No toca hablar de algunas cosas cuando éstas incomodan y no se quiere abordar el tema porque da pereza. Pero es cierto que los resultados de las elecciones europeas han provocado un auge importante de los grupos de izquierda, republicanos en su esencia, y menos condicionados por poner el tema sobre la mesa.
La cuestión es que todo ha ido deprisa, tanto, que hoy se corona al nuevo Rey, y que el antiguo se jubila, eso sí, con todo lo que ello conlleva, es decir, menos cámaras fijas, más libertad de acción, aunque no está ya para mucho movimiento.
El nuevo monarca aborda dos grandes temas ahora: uno, la crisis española aún no ha desaparecido, y por ello, la gente no está para muchas bromas. Y el debate Monarquía o República va a seguir sonando de fondo. Por el otro, el tema de Cataluña, esa cita con las urnas del 9-N que hasta ahora, el gobierno ha querido ignorar, haciéndose el sordo. Artur Mas ha retado al nuevo Rey a escuchar al pueblo, eso que los grandes monarcas supieron hacer, y a los malos, el no saber les llevó al abismo. Ser o no ser, decidir o pasar, mojarse o no, esa es la primer gran decisión que deberá tomar Felipe VI. Decida lo que decida, de todos modos, no va a contentar a todos. De todos modos, el Discurso del Rey debe ser analizado, desmenuzado y seguro que da para múltiples interpretaciones.
