Josep Mª Bonmartí

Presidente de AECOC

 Abanderados del código de barras, precursores del EPC

 "Al código de barras le quedan de 30 a 50 años de vida"

 El EPC (Electronic Product Code), más que identificar, podrá personalizar cada producto de manera automática
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 AECOC es una de las mayores asociaciones empresariales de España, con más de 20.000 asociados tanto del sector industrial como del mundo de la distribución. Fundada en 1977, fue la primera organización en gestionar el código de barras en nuestro país. En la actualidad, AECOC también presta servicios de asesoramiento y consultoría, formación e investigación, además de organizar anualmente su congreso anual desde 1986. El mundo de la identificación se encuentra en un proceso de transformación, la recién implantada ley sobre trazabilidad y los nuevos sistemas de identificación así lo demuestran. Josep María Bonmatí, presidente de AECOC, nos habla de ello y sobre el funcionamiento de la asociación.

”Una empresa asociada a AECOC, paga siete veces menos que en Francia, a la hora de hacer uso del código de barras”

”La tecnología ha de tener sentido, por eso hemos de ver si es rentable desarrollar ciertos sistemas de identificación para ser aplicados”

”Tenemos una estructura basada en la prestación de servicios que nos hace conseguir más socios que otros países”

”La trazabilidad es una herramienta útil a la hora de otorgar seguridad al consumidor y el cumplimiento de la ley supone una obligación moral para las empresas”

 

 

¿Cómo ha evolucionado a lo largo de los años AECOC, la asociación que implantó el código de barras en España?

 

AECOC nació en 1977 para introducir en España el código de barras, que comenzó a aplicarse en 1982 en los supermercados. Desde el principio actuamos como nexo de unión entre fabricantes y distribuidores, ya que en determinadas áreas es necesaria la colaboración entre unos y otros con tal de llegar al consumidor de la forma más eficaz. Hemos ido diversificando nuestra oferta de servicios hasta llegar a englobar tanto a las mayores compañías como a las pequeñas y medianas empresas de diversos sectores, como el de la alimentación, téxtil, ferretería y bricolaje. Actualmente trabajamos para mejorar el comercio electrónico, concretamente introduciremos pronto la factura digital, que sustituirá a la factura en papel y permitirá un ahorro económico considerable.

Con más de 20.000 asociados y de perfiles tan diferenciados ¿cómo se estructura la asociación para dar cabida a las posturas de todas las empresas?

Contamos con un gran número de asociados y tenemos la vocación de seguir creciendo en número de miembros, hay 1.700 empresas en cartera con intenciones de asociarse a AECOC. Tratamos de desarrollar proyectos colectivos que beneficien a todos y eso es una garantía a la hora de captar nuevos socios y mantener a los presentes. Las ventajas se dan cuando hay masa crítica.

 

¿Y qué ventajas reporta asociarse a AECOC?

 

La máxima ventaja es que creamos una solución a la medida del cliente, que no deja de ser una solución para todos los socios. Además, nuestros usuarios 

pagan lo mínimo posible, si alguno de ellos quiere obtener algún otro servicio añadido ya pagará por él. Nuestras cuotas son, con mucha diferencia y en comparación con las foráneas, muy baratas. Una empresa asociada a AECOC, paga la mitad que en Portugal o siete veces menos que en Francia, a la hora de hacer uso del código de barras. Además, nosotros somos impulsores de códigos de barras estándar, ya que tenemos empresas asociadas de todo el mundo. Nuestro código de barras se utiliza en 102 países, es universal.
 
 

¿Los demás países no han decidido adaptar las cuotas?

 

No, porque mientras que los demás facturan por la retribución de la cuota, nosotros lo hacemos por la venta de servicios: organizamos eventos, seminarios, prestamos servicios de asesoramiento y consultoría, invertimos en investigación y nuevos proyectos, etc. Tenemos una estructura que nos hace conseguir más socios que otros países. 

 

El hecho de capitanear una asociación que aglutina a fabricantes y distribuidores tiene que ser complejo ¿Cómo se sientan en el consejo y de qué manera los asociados reclaman al poder ejecutivo el cumplimiento de sus intereses?

 

Desde el punto de vista de nuestro gobierno corporativo éste es un tema muy importante y delicado, ya que debemos mantener un equilibrio constante. El consejo lo forman nueve empresas del sector de la producción y nueve de la distribución, que son las más importantes dada su posición en el mercado.

 
 

Deben ser duros estos consejos…

 

Sobretodo las comidas (risas). Tenemos representantes de los nueve principales fabricantes en el consejo -Nestlé, CocaCola…- y a los principales distribuidores -El Corte Inglés, Carrefour, Alcampo…-, que son los que realmente pueden marcar las líneas a seguir. La dificultad estriba en llegar a un punto de madurez en las negociaciones, ya que nos reunimos para debatir un tema que requiere contar con un enérgico ánimo de sinergia por parte de todos.

 
 

¿Cómo se ha preparado AECOC frente a la inminente implantación de la ley de la trazabilidad de la UE?

El 1 de enero de 2005 ha entrado en vigor la ley de la trazabilidad, para controlar el proceso de los productos alimentarios desde su origen hasta su destino final. Hemos estado llevando a cabo cursos de formación para ver cuál es el grado de preparación que tienen las empresas sobre el tema. Nuestros socios están plenamente capacitados para adaptarse a la nueva normativa. 

 

¿Es posible llevar a cabo el control exhaustivo de todos los pasos de la cadena de los productos de consumo?

 

Sí, porque en el terreno alimentario, la trazabilidad es una herramienta útil a la hora de otorgar seguridad al consumidor, que es sinónimo de calidad; y el cumplir la ley supone una obligación moral para las empresas. Las compañías han de certificar a quién han comprado y a quién han distribuido, y es ahí donde reside la responsabilidad de todas ellas. Sin embargo, la trazabilidad es un asunto que irá más allá del ámbito alimentario. El mes de marzo se celebrará el Primer Foro de la Trazabilidad en Barcelona, que en esta primera edición tendrá un enfoque muy graduado al ámbito alimentario ya que hay una presión legislativa detrás, pero se tratarán cuestiones referentes a otros sectores, como el de los suministros hospitalarios.

 
 

¿El código de barras quedará obsoleto? ¿Vamos directos al uso del sistema por radiofrecuencia y de los chips de identificación automática?  

 

Muchos vaticinaban una inminente muerte del código de barras, supongo que exaltados por las posibilidades de los nuevas sistemas de identificación. No querría parecer proteccionista pero creo que al código de barras aún le quedan de 30 a 50 años de uso y existencia. ¿La razón? Funciona y es barato. No obstante, poco a poco se producirán cambios de forma paralela.

 
 

¿Entonces los otros sistemas aún se encuentran en pañales?

 

La tecnología ha de tener sentido, por eso hemos de ver si es rentable desarrollar ciertos sistemas para ser aplicados. Nosotros creemos mucho en el EPC (Electronic Product Code), que es un chip electrónico que llevarán incorporados los productos, y que poco a poco irá ganando terreno. Actualmente estamos buscando empresas que quieran hacer pruebas pilotos con este nuevo sistema.

 

¿Qué prestaciones tiene el EPC?

 

El EPC permite clasificar cada producto de forma individual. Actualmente el código de barras es el DNI de los materiales, sirve para conocer la identidad de los productos, su marca y su naturaleza física. Los nuevos sistemas pretenden ir más allá, además de no necesitar un lector para codificar el producto, permiten identificarlos uno a uno. Esta prestación aplicada a ciertos productos, como las maletas de viaje, tiene mucho sentido, ya que más que clasificar el objeto, lo personalizas.

 
 

¿Hábleme del Primer Foro de la Trazabilidad?

 

El primer Congreso AECOC de Trazabilidad y RFID reunirá por vez primera a los principales expertos sobre la materia para analizar los nuevos requerimientos legales, así como los casos más significativos de implantación de este tipo de procesos entre las empresas de nuestro país. Se celebrará del 16 al 18 de marzo de 2005 en el Palacio de Congresos de Fira de Barcelona, y sin lugar a dudas será un foro de opiniones constructivo para todos.

 

 Josep María Bonmatí de 43 años, casado y con tres hijos, estudió Ciencias Económicas Empresariales en la Universidad de Barcelona (UB), y posteriormente hizo un master en IESE. Entró en AECOC cuando ésta tan sólo contaba con 37 empresas asociadas, en el año 1982. Su crecimiento profesional ha ido parejo al de AECOC, asociación que ahora cuenta con casi 21.000 asociados y múltiples áreas de actividad y servicios como Seguridad Alimentaria, Codificación-Identificación, Comercio Electrónico, Marketing y Logística.

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